La hazaña escarlata tuvo como cómplice el inmejorable escenario del Estadio Nacional Mateo Flores, y como promotores a los argentinos Enzo Trossero —técnico— y Ezequiel Barril —preparador físico—.
Luego de empatar a un gol —Mario Acevedo— en el juego de vuelta de la gran final del Apertura 2006 contra Comunicaciones —la ida terminó 0-0—, los rojos pudieron engrandecer su palmarés y elevarse de categoría, tal y como lo hicieron los héroes rojos de 1974, al coronarse monarcas de la Concacaf.
Las claves
Un proceso bien encaminado desde las fuerzas básicas le dio réditos al conjunto escarlata, no solo en lo futbolístico —táctico, técnico, físico y psicológico-, sino en un aspecto más intrínseco: el de la identidad.
La mano del uruguayo Rubén Amorín (q.e.p.d), que hizo debutar a jugadores como Juan Carlos Plata y Selvyn Ponciano, y la del argentino Luis Grill Prieto (q.e.p.d) fueron claves en el engranaje escarlata, al igual que la labor del eterno asistente técnico, Víctor Hugo Monzón.
Lo ejecutado repercutió en dos hechos trascendentales. El primero: los futbolistas se conocían casi a la perfección, y el segundo: eran una familia.
El camino
El primero en abrir el paso fue el técnico argentino Horacio Raúl Cordero, con los campeonatos obtenidos en el Clausura 2000 —evitó el penta crema— y Apertura 2000.
Luego fue el paraguayo Ever Hugo Almeida quien siguió la línea de Cordero y con pocas variantes fue exitoso. Ganó en el Reordenamiento 2001, Clausura 2002 y Apertura 2003.
El proceso lo coronó de gran manera Enzo Trossero, al ganar los cinco títulos consecutivos.
Jugadores como Germán Ruano, Ponciano, Julio Girón, Sergio Guevara, Guillermo Ramírez, Fredy García, Gonzalo Romero, Plata y Acevedo, por citar algunos, elevaron su estatus por lo cosechado.
La obtención del pentacampeonato escarlata también significó la copa 25 para la institución.
Trossero brilló
Enzo Trossero ha sido uno de los técnicos más exitosos que ha tenido la institución escarlata.
Conquistó cinco títulos nacionales en forma consecutiva —el tan querido penta rojo— y un título centroamericano de la Uncaf, en el 2004.
Dirigió 153 partidos, de los cuales ganó 89 —58 por ciento de efectividad—. De ellos estuvo en 19 clásicos y salió victorioso en 10.
Con Víctor Hugo Monzón y Ezequiel Barril, Trossero supo continuar y engrandecer la historia de Municipal.