Si Dios lo permite estaré por allá muy pronto, espero poder llegar el fin de semana a Guatemala, para incorporarme al trabajo con mis nuevos compañeros. Ojalá sea el sábado.
¿Por cuánto tiempo es el acuerdo con Municipal?
El arreglo inicial es por este torneo. Son seis meses, con opción a poder extender el contrato con base en mi rendimiento.
¿Entonces se puede decir que no estará en el inicio del torneo?
Es lo más seguro, pero lo más importante es que esté al cien por cien a la hora de entrar, y por ahora estaré observando al grupo para empezar a conocerlo.
¿Ha hablado con el técnico de Municipal, Aníbal Ruiz?
Realmente muy poco, más he hablado con el gerente —Selvin Ponciano—. Estoy alegre, tengo buenas referencias del equipo y quiero hacer las cosas bien y consolidarme.
¿Cuáles son sus sensaciones de venir a jugar a Guatemala?
Guatemala está muy cerca, pero me siento tranquilo, a donde vaya siempre hay muestras de cariño, y eso se aprecia y me hará sentir como en casa.
¿Cómo es Julio César de León?
Soy una persona muy humilde y sencilla. No me gustan los lujos ni los vicios. Me considero amable y respetuoso que donde sea que he estado he dejado las puertas abiertas.
¿Qué puede esperar Municipal del Rambo de León?
Siempre dar lo máximo de mí. Mucho esfuerzo y sacrificio, eso debe ser el pago para todo el esfuerzo que hace la afición en apoyarnos a nosotros desde la cancha.
¿Por qué te dicen Rambo?
Fue un salvadoreño que desde pequeño me puso así. Me vio en mi casa con una camiseta y una cinta en la cabeza, pues me gustaba luchar. Entonces ese amigo me dijo: “Vos vas a ser el Rambo de Honduras”.
