Los chivos llegaron motivados al encuentro que exponía el primer lugar, luego de la goleada por 4-0 a Heredia en la fecha pasada, mientras la Usac llegó con la obligación de ganar tras la derrota frente a Comunicaciones.
Juego equilibrado
Desde los primeros minutos, los sancarlistas dieron el aviso de querer la victoria, pero la aplicación de la defensa y el portero José Mendoza ahogaron las ocasiones de los locales.
Los altenses no se quedaron de brazos cruzados y también propusieron su juego ofensivo, pero sin llegar a concretar.
Los dos técnicos movieron bien sus piezas en el recinto universitario y no cedieron terreno, por lo que el primer tiempo terminó sin anotaciones.
Las anotaciones
Para la parte de complemento nuevamente ambos planteles disputaron un juego muy peleado, en la espera del error del rival para aprovechar y capitalizar la anotación, pero fueron los estudiosos los primeros en hacer daño.
En el minuto 62 hubo una jugada bien fabricada por los locales que contó con la intervención de sus tres hombres de ataque, Kamiani Félix, Fernando Gallo y Núñez, quien la culminó de un certero cabezazo para vencer a Mendoza.
A pesar de la anotación en contra, los visitantes no bajaron su producción ofensiva y pusieron en aprietos a la defensiva de la U.
Cuatro minutos después la salida de los altenses por las bandas dio frutos. Un centro de Édgar Chinchilla terminó en la cabeza del recién ingresado Ulises Mendivil, quien cambió el rumbo al balón para dejar sin oportunidad a Jaime Carbajal y colocar la igualdad.
Al 76 Xelajú tuvo suerte, ya que en una jugada rápida que Kamiani inició en soledad se enfrentó al portero, quien había salido de su marco y el mexicano levantó el balón, pero este se estrelló en el travesaño.
La insistencia de los estudiosos, que no querían dejar escapar la oportunidad de apoderarse nuevamente de la cima, los llevó a meter más presión en el tiempo de reposición y un centro de Mario Piñeyro, al 94, fue aprovechado por Núñez de cabezazo y colocó el balón por encima de Mendoza para conseguir el triunfo agónico.