Desde la Eurocopa de Inglaterra 1996, la Mannschaft no puede levantar un trofeo, algo especialmente grave para una gran nación de este deporte.
En Brasil 2014, se cumplirán 18 años sin coronas, lo que significará igualar la brecha de años más grande de su rica historia con vacíos de festejos en grandes citas. Eso ocurrió entre el Mundial 1954 y la Eurocopa 1972.
Pese a la frescura de su juego, una de las gratas sensaciones en los últimos años, la generación L w volvió a fracasar, en una edición en la que las expectativas generadas eran altísimas.
A las decepciones de 2008 y 2010 hay que sumar la del Mundial de Alemania-2006, justamente contra Italia (2-0) , cuando L w era el ayudante de campo del seleccionador Jurgen Klinsmann.
De hecho, italianos y españoles fueron los grandes ogros de la historia reciente de los germanos. Los españoles los derrotaron en la final de Viena en 2008 por 1-0 con gol de David Villa y en la semifinal mundialista por el mismo marcador, pero con tanto de Carles Puyol.
En esta Eurocopa de Ucrania y Polonia, Alemania hizo un recorrido de lujo, ganando el grupo de la muerte con victorias ante Portugal (1-0) , Holanda (2-1) y Dinamarca (2-1) , para luego aplastar a Grecia en cuartos de final (4-2) .
Los antecedentes históricos no eran buenos ante la Squadra Azzurra, a la que nunca derrotó en partidos oficiales de grandes citas y con la que encima perdió una final mundialista en España-1982 y dos semifinales planetarias, en 1970 y 2006.
La derrota de este jueves por la noche (2-1) no es menos dolorosa, porque el objetivo del equipo era la victoria o nada.
Para Joachim Löw en particular, el resultado es frustrante, tras suceder a Klinsi a mediados de 2006 y remodelar el equipo a su verdadero antojo, tomando decisiones importantes como deshacerse de Michael Ballack y apostar por nuevos líderes como Bastian Schweinsteiger, Philipp Lahm y Lukas Podolski.
Pero las renovaciones no acabaron de plasmarse en éxitos. A la generación dorada de la Sub-21 campeona de Europa en 2009, de Mesut Özil, Sami Khedira y Thomas Müller, se sumó ahora una nueva ola, con Marco Reus, Holger Badstuber o Mats Hummels, entre otros.
Todo el equipo aseguraba haber progresado, haber ganado experiencia e inteligencia en el juego, pero no alcanzó ante Andrea Pirlo, Mario Balotelli y compañía.
Löw podrá argumentar que tenía el plantel más joven del torneo (poco menos de 25 años en promedio) y seguramente su próxima apuesta, tal vez la última y definitiva si no consigue terminar con la sequía, sea Brasil-2014.
Mario Gómez, que arrancó el torneo con tres dianas en la fase de grupo, se pinchó y la Mannschaft lo pagó, tal vez en la última cita grande del veterano artillero Miroslav Klose, quien llegó al torneo con idea de alcanzar a Gerd Muller como máximo anotador de la historia de la Mannschaft y se quedó a cuatro (64) del legendario bombardero.
