La japonesa Misato Nakamura y la rusa Natalia Kuziutina fueron bronce.
“Me he imaginado tantas veces este momento, es la primera vez que Kosovo viene a los Juegos Olímpicos y a pesar de ello ganamos una medalla de oro”, se regocijó Kelmendi, radiante tras su victoria.
“Quería mostrarle al mundo que Kosovo no es solo un país que ha vivido una guerra”, añadió exultante Kelmendi, ya convertida en heroína en su país.
Kelmendi, de 25 años y bicampeona del mundo, no tuvo problemas para dominar a la joven italiana de 21 años, que contra todo pronóstico se metió en la final de la categoría.
Tras ganar el combate decisivo, Kelmendi se desmoronó en el tatami, antes de saludar al puñado de kosovares presentes en el escenario que no cesaron de alentarla al grito de “¡Ko-so-vo! ¡Ko-so-vo!”.
Kelmendi, que tuvo el honor el viernes en la ceremonia inaugural en el Maracaná de ser la primera abanderada olímpica en la historia de Kosovo, puso a su país en el mapa olímpico, dos años después de que fuera reconocido oficialmente por el COI.
No fue sin embargo su primera participación en unos Juegos Olímpicos pues hace cuatro años debutó en Londres bajo la bandera de Albania, cayendo eliminada en la segunda ronda.
El aire de Rio de Janeiro parece sentarle bien a la judoca kosovar, que ya ganó en la ciudad carioca su primer título mundial en 2013.
Kelmendi cumple
Kelmendi era la gran carta de Kosovo para hacer historia en su debut en Juegos Olímpicos.
Tanto, que el presidente de esta joven nación balcánica, Hashim Thaçi, confeccionó una imagen especial en su cuenta de Twitter: la deportista aparece entre la monumental estatua carioca del Cristo Redentor y la bandera kosovar pegada a los anillos olímpicos.
“Tendremos el oro o no lo tendremos, pero seguiremos siendo héroes”, tuiteó el antiguo guerrillero, resumiendo la inmensa expectativa de la población.
“Todo el mundo en Kosovo ha mirado mis combates y espera verme ganar, es por eso que estaba tan motivada”, resumió Kelmendi, que cumplió con su joven país y le entregó la primera medalla olímpica de su historia, un oro que brillará cada vez más con el paso de los años.