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Las frases que resumen la participación de Guatemala en Río 2016

Medallas, ninguna; frases, abundan. Así se sintetiza la décima cuarta participación de una delegación guatemalteca en unas justas olímpicas.

Veintiún deportistas participaron en las justas brasileñas de Río 2016 (Foto Prensa Libre: Jenniffer Gómez)

Veintiún deportistas participaron en las justas brasileñas de Río 2016 (Foto Prensa Libre: Jenniffer Gómez)

La histórica presea de plata conseguida por el marchista Érick Barrondo, en Londres 2012, sigue siendo lo más relevante del deporte olímpico guatemalteco.

“Estoy bastante cansado, pero bien. La competencia estuvo durísima. Hice lo mejor y estoy satisfecho, porque este nivel de competencia es muy fuerte”, señaló el ciclista Manuel Rodas, quien fue descalificado en la prueba de ruta, que contemplaba el recorrido de 237.5 kilómetros.

“De todo corazón les digo que di lo mejor, pero mi inexperiencia deportiva y la falta de fogueos de este nivel me llevaron a cometer algunos errores”, dijo, triste, el judoca José Ramos después de caer en su primer combate.

dijo, triste, el judoca José Ramos.

“Lo más importante de esta competencia es que he podido darme cuenta que soy capaz de todo lo que me propongo, he conseguido un alto nivel deportivo”, refirió el pesista Édgar Pineda, quien superó cuatro récords nacionales; uno mayor y tres juveniles.

El atleta jalapaneco, de 18 años, se ubicó en la décima posición de la clasificación general en -56 kilogramos.

Sensaciones únicas

“Solo con el hecho de estar acá y sentir esa sensación de tirarse al agua; es algo magnífico”, dijo la nadadora Valerie Gruest, quien con sus 17 años fue la más joven del contingente guatemalteco.

“Tuve la oportunidad de representar a mi bello país. Me siento privilegiada. Quizás se cometieron errores, pero puedo decir que amé ser de nuevo gimnasta olímpica”, indicó la gimnasta Ana Sofía Gómez, quien ocupó el puesto 32 de la clasificación todo evento.

La gimnasta quedó lejos de la casilla 22 que ocupó en Londres 2012, siempre en la misma prueba.

“Fue muy difícil estar en la carrera que repartió las medallas sin tener opción a alguna. Fue doloroso saber que se podía, pero por circunstancias que no se pueden manejar no se logró”, explicó el abanderado Juan Ignacio Maegli, quien quedó octavo en la competencia de láser estándard, en navegación a vela. 

Maegli fue el deportista guatemalteco más destacado en las justas brasileñas, al obtener un diploma olímpico.

“Estoy contento porque logré algo que no había hecho, que es levantar a partir de las últimas vueltas. Es una presión que nunca había vivido nunca. Es muy fuerte. Fue una experiencia linda”, comentó el tirador Enrique Brol; décimo en la competencia de doblo foso.

Su hermano, Hebert, siempre en la misma prueba, se quedó en la casilla veinte.

El drama

“Fue difícil tomar la decisión de abandonar la competencia. Trataremos de salir rápido de la rehabilitación. Lo peor ya pasó”, señaló el badmintonista Kevin Cordón, quien solo pudo completar un partido, después de lesionarse su rodilla izquierda.

“Le digo a los guatemaltecos que no se limiten a soñar”, mencionó el nadador Luis Carlos Martínez, quien mejoró su marca de clasificación de los 0:52.35 a los 0:52.22  en 100 metros mariposa.

Martínez, con beca deportiva en Estados Unidos, impuso un nuevo récord nacional.

“Fue triste saber que eres de los atletas que siempre están adelante y que en la justa más importante en cuatro años no se pueda”, dijo Érick Barrondo, después de quedar en la posición 50 de los 20 kilómetros marcha.

“Estoy con bastante emoción por competir con los mejores del mundo. Es en estos momentos cuando nos damos cuenta en qué nivel estamos y nos queda la enseñanza de que hay que seguir trabajando”, explicó José Raymundo, quien ocupó la casilla 56 en la misma prueba de Barrondo.

Los dos marchistas tuvieron acción en el circuito de Pontal, el viernes 12 de agosto.

Privilegio

“Estoy súper feliz. Estas dos semanas han sido las dos mejores de mi vida. Ser olímpica me pone muy feliz. Estar con las 36 nadadoras del mundo es un privilegio”, aseveró la pentatleta Isabel Brand, quien se ubicó como la segunda mejor latinoamericana.

“Si hubiera tenido un buen caballo hubiera logrado subir al podio; todavía falta, ya pienso en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020”, afirmó Charles Fernández, quien concluyó la prueba de pentatlón moderno en el puesto 15.

Fernández, junto al velerista Maegli, fueron las dos mejores cartas de Guatemala en Río 2016.

“Pensé en abandonar porque sentía problemas en la cadera, pero me recordé que no podía defraudar al pueblo de Guatemala. Gracias a Dios pude completar la prueba”, indicó el marchista Mario Bran, al finalizar, en el puesto 40, la exigente competencia de los 50 kilómetros.

“Tengo el corazón hecho pedazos. Me sentía bien físicamente, pero otra vez me descalifican a los 30 kilómetros. Guatemala les quedé en deuda”, refirió Jaime Quiyuch, descalificado en la marcha atlética de los 50 kilómetros.

Después de la competencia de Bran y Quiyuch, el contingente femenino de marcha salió a escena. Sus resultados no fueron los mejores.

Para reflexionar

“Hay mucho que reflexionar. Ahora se viene un descanso y después analizaremos qué se viene para la marcha en el 2017”, dijo Mirna Ortiz, quien se quedó en la casilla 30 de los 20 kilómetros.

“Estoy feliz de haber formado parte de esta fiesta deportiva y muy contenta porque terminé. No era lo que esperaba, pero no es tiempo de estar triste. Siento mucha emoción”, aseguró Maritza Poncio, quien disputó sus primeros Juegos Olímpicos y terminó en la posición 53, con un tiempo de 1:40:09.

explicó Érick Barrondo.

La otra marchista que salió a escena, Mayra Herrera, fue descalificada.

“Estuvo difícil. Todos los deportistas teníamos las mismas condiciones. Traté de correr tranquilo en la primera mitad y levantar el paso en la segunda. Gracias a Dios terminé fuerte y sin problemas”, comentó el fondista Carlos Trujillo, quien terminó en la posición 67 en el maratón de Río 2016.

“Sólo queda agradecer a Dios y a mi familia por aguantar todo lo que les he abandonado, en especial a mis hijos que han crecido y no los he visto. Tengo más de media vida en esto y me tomaré un tiempo para pensar. Fue mi peor tiempo”, explicó José Amado García, puesto 118 del maratón de Río 2016.

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