Entre las entidades que se han adherido a esta categoría destacan casi todos los bancos cantonales del país -como los de Ginebra, Berna, Argovia, Grisones, Lucerna Nidwald, Zug y Saint Gallen-, así como los bancos Migros y Coop, pertenecientes a los mayores grupos de distribución de Suiza, y el PostFinance, el brazo financiero del servicio de Correos.
También figuran en esta categoría la Unión Bancaria Privada y las enseñas Lombard Odier, Valiant y Vontobe.
Ninguna de estas entidades ha sido denunciada por EE. UU., pero tampoco consideran imposible haber violado el derecho estadounidense en materia de evasión fiscal, por lo que se exponen a una multa al término de la investigación aunque eluden un procedimiento penal en relación a depósitos no declarados.
En este caso, si el delito fiscal se habría cometido por las cuentas no declaradas abiertas antes del 1 de agosto de 2008 deberán pagar el 20% de la suma total bajo gestión.
Para las cuentas abiertas después de esa fecha, pero antes del final de febrero de 2009, la pena se elevará al 30%; mientras que las cuentas creadas posteriormente sufrirán una multa equivalente al 50% de su importe total.
El argumento común de estas entidades a la hora de regularizar su situación frente a EEUU ha sido que nunca tuvieron una estrategia de negocios dirigida a la clientela estadounidense; aunque no pueden descartar que alguno de ellos sea considerado como tal, como sería el caso de suizos residentes en EEUU, estadounidenses residentes en Suiza o personas con doble nacionalidad.
Como parte de este programa, los bancos suizos deben acogerse a una de las cuatro categorías en las que se divide el amplio acuerdo alcanzado entre Suiza y EE. UU. el pasado agosto, con el fin de combatir la evasión fiscal con cuentas secretas en el exterior y alentar a aquellos que se han escudado en estos depósitos a resolver sus problemas tributarios con EE. UU.