Páginas de Facebook con acento secesionista tienen más de 200 mil señales de “me gusta”.Miles han firmado peticiones para apelar el aumento ante la Corte Suprema.
El gobierno de México dice que la tasa diferenciada, que se creó hace dos décadas para hacer competitivas a las ciudades de la frontera, ya no se justifica. Otros dicen que la decisión puede ser contraproducente al provocar que los compradores crucen la frontera y generen menos ingresos de los que se espera captar.
“No competimos contra el resto de México, competimos contra la economía estadounidense”, dijo Juan Manuel Hernández, presidente del Concejo de Negocios de Tijuana, que agrupa a varias cámaras comerciales.
Regiones fronterizas de Estados Unidos, como Imperial Valley, California, que tiene tres súper tiendas Wal-Mart y sólo 175 mil residentes, dependen tradicionalmente de los compradores mexicanos que llevan desde gasolina hasta dulces.
Ropa de diseñador y electrónicos son los imanes que los atraen ya que son productos que son más caros o difíciles de encontrar al sur de la frontera. Los compradores mexicanos gastan más de US$4 mil 500 millones al año en ciudades fronterizas de Texas de acuerdo con el banco de la Reserva Federal de Dallas.
Economistas de la Reserva calcularon en marzo que los mexicanos hicieron el 58% de las compras al por menor en Laredo y el 42% en McAllen. Thomas Fullerton, profesor de Economía en la Universidad de Texas en El Paso, calcula que los mexicanos aumentarán sus compras en Estados Unidos entre un 5 y 10% debido al alza de impuestos.
En ciudades pequeñas como Douglas, Arizona, y Calexico, California, se sentirá más el impacto que en otras mayores como San Diego y El Paso, cuyas economías están más diversificadas. El gobierno del presidente Enrique Peña espera recaudar US$1 mil 150 millones con el aumento a los impuestos y es parte de un plan fiscal que también aumentó los gravámenes a negocios y personas con altos ingresos, acabó con ciertas deducciones y gravó la comida chatarra.
El gobierno dijo que los negocios fronterizos no reflejaron en sus precios al consumidor la menor tasa impositiva. Se encontró que los precios eran 4% más elevados que en el resto del país aunque los impuestos eran menores y señaló que otras entidades de Estados Unidos no permiten reducir los impuestos a negocios en la frontera.
Hernández y líderes empresariales de otros estados cuestionaron esos cálculos en una reunión con el ministro de Finanzas de México, Luis Videgaray, realizada en la ciudad de México en octubre. Le mostraron un estudio propio que señalaba que el precio de una canasta básica de bienes era 4% más barato en San Diego que en Tijuana, y 37% más que en la ciudad de México. Los estudios predecían consecuencias funestas y las pláticas no resultaron en acuerdos.
El alza a los impuestos provocó que se crearan páginas de Facebook con consignas como “República de Baja California” y “República de Chihuahua” . El fin de semana unos 2 mil 500 compradores firmaron una petición para impugnar el alza de impuestos ante la corte, dijo Hernández. El grupo empresarial de Tijuana está reuniendo miles de firmas para enviarlas a una corte federal a principios de febrero.
En Estados Unidos, los dirigentes empresariales se preparan para ver el aumento de sus ventas. “Este aumento a los impuestos da a los mexicanos un motivo para comprar y gastar dinero en el lado estadounidense” , dijo Steve Ahlenius, presidente de la Cámara de Comercio de McAllen.