Los socios del Mercosur, con Brasil como mascarón de proa, expresaron “solidaridad y apoyo a la Argentina” y enfatizaron que el pago no debe hipotecar el crecimiento económico del país.
El Mercosur pidió una solución “que no comprometa su desarrollo (de Argentina) y el bienestar de su pueblo, en consonancia con sus políticas de desarrollo nacional” , señaló en un comunicado en sintonía con la postura de la presidente Cristina Kirchner.
El horizonte de Argentina se ensombreció la semana pasada, cuando la Suprema Corte de Estados Unidos dejó en firme un fallo que obliga al pago contado de 1.330 millones de dólares a inversionistas con bonos en default que en el país sudamericano son llamados “buitre” , porque compraron la deuda ya en default y buscaron cobrar el 100% del valor nominal más intereses en las cortes.
En una reciente cumbre en Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, el G77 más China expresó “la importancia de no permitir que los fondos buitre paralicen las actividades de reestructuración de la deuda de países en desarrollo ni priven a los estados de su derecho a proteger a sus pueblos conforme al derecho internacional” .
Unasur, bloque que desde 2008 agrupa a los países socios del Mercosur más Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Perú y Guyana, emitió un comunicado el martes para rechazar “el comportamiento de agentes especulativos que ponen en riesgo los acuerdos alcanzados entre deudores y acreedores, afectando la estabilidad financiera global” .
No obstante, este bloque expresó su “pleno respaldo al logro de una solución que no comprometa el amplio proceso de reestructuración de su deuda soberana (de Argentina)” .
El FMI había expresado anteriormente su preocupación por una decisión judicial que pusiera en jaque la reestructuración negociada por Argentina con 93% de los tenedores de sus bonos tras la moratoria que declaró en 2001.
Argentina está obligado a cerrar esta semana un acuerdo contrarreloj para evitar caer en un nuevo default el lunes próximo.
Ese día debe pagar 900 millones de dólares a los acreedores que aceptaron los canjes de 2005 y 2010, pero no puede hacerlo mientras pese la amenaza de embargos por parte de los fondos que litigan en Nueva York sobre ese dinero.
Bolivia y Uruguay frontales
Los presidentes de Bolivia y Uruguay, Evo Morales y José Mujica respectivamente, fueron los únicos mandatarios que expresaron directamente su solidaridad con Argentina y criticaron la actuación de los fondos especulativos.
“Lo que se pretende hacer contra Argentina es un complot financiero alimentado por la voracidad de quienes se aprovechan de nuestras crisis económicas” , dijo Morales.
El gobernante boliviano llamó a evitar que “los actuales especuladores se conviertan en extorsionadores financieros cuya intención no solo es provocar nuevas crisis financieras en nuestros países sino conducirnos a la privatización de nuestras empresas y al saqueo de nuestros recursos naturales” .
“Hoy o mañana nos pueden hacer lo mismo a cualquiera” , dijo de su lado Mujica, y abogó por que estos conflictos se lleven “a los foros internacionales” para “asumir actitudes colectivas” .
El ministro ecuatoriano de Política Económica, Patricio Rivera, diferenció en el mercado a los “inversionistas institucionales honestos, gente que busca dinero de manera ética” de quienes “utilizan el mercado para especular de una manera poco ética” , al ser consultado en una rueda de prensa.
“Desde esa perspectiva, indudable, Ecuador mantiene una posición latinoamericana fuerte con respecto a estos temas. Esperamos que Argentina pueda avanzar en términos de solucionar su problema con estos fondos buitre. De hecho, su nombre grafica bastante bien de quiénes se trata” , agregó el ministro.
El embajador de México en Argentina, Fernando Castro Trenti, señaló que a la presidenta argentina “la acompañamos en todas sus causas, todas sus luchas” , al responder una pregunta sobre el tema durante una presentación cultural.
Argentina esperaba el martes la respuesta de un juez estadounidense a su pedido de suspensión de la ejecución de una sentencia que la obliga al pago inmediato de los US$1 mil 330 millones, para negociar con los fondos NML Capital y Aurelius.
En medio de una brutal crisis financiera, en 2001, Argentina declaró un moratoria sobre su deuda pública por un total de US$100 mil millones, en un contexto de celebración de legisladores de todos los partidos. Luego logró negociar exitosamente con 93% de los acreedores en dos canjes, con quitas que rozaron el 70% del valor nominal de los bonos.