Argentina está obligada a cerrar un acuerdo contrarreloj para evitar caer en un nuevo default el lunes próximo, fecha en la que debe pagar US$900 millones a los acreedores que aceptaron los canjes de deuda de 2005 y 2010, pero no puede hacerlo mientras pese la amenaza de embargos por parte de los fondos que litigan en Nueva York.
Consultado sobre los términos de la presentación judicial, Capitanich ratificó que el gobierno de Cristina Kirchner mantiene “siempre la misma línea de negociación; esto es la perspectiva de Argentina de cumplir con el proceso de reestructuración de la deuda pública iniciado en 2005”.
“En ese contexto, solicitamos condiciones de negociación justas y equitativas para el cien por ciento de los bonistas”, dijo Capitanich.
Argentina llevó a cabo dos canjes mediante bonos con quitas de hasta el 70% a los que se plegaron casi el 93% de los acreedores, mientras el resto rechazó las ofertas y de ellos el 1% inició demandas ante la justicia de Nueva York.
El juez falló en dos instancias a favor de los fondos especulativos y ordenó pagar el 100% del valor de los bonos en efectivo, unos US$1 mil 330 millones, fallo que quedó firme luego de que la Corte Suprema de Estados Unidos rechazara una apelación argentina el lunes pasado.
El gobierno debe acatar el fallo para evitar un nuevo default, pero a su vez intenta evitar incumplir una cláusula incluida en los canjes anteriores que le prohíbe ofrecer mejores condiciones que las pactadas en esas reestructuraciones, cláusula que vence el 31 de diciembre.
Capitanich consideró que “detrás de esta cuestión hay intereses ocultos que tienen que ver con la perspectiva de quedarse con activos reales y financieros de la República Argentina”
La decisión de la justicia estadounidense dejó sin efecto una medida cautelar que protegía los activos soberanos de Argentina de eventuales embargos.
En 2012 la fragata Libertad, emblema de la Armada Nacional argentina, estuvo 77 días confiscada en Ghana por un embargo solicitado por los fondos acreedores Elliot Management y NML Capital.