“Ante eso, los agentes económicos están cautelosos y pensando a ver cómo se resuelven estos temas, antes de atreverse a ampliar sus inversiones”, afirmó Perez-Lara.
El profesional afirmó que aunque muchos de los hechos relacionados con la corrupción o la SAT se dan en los ámbitos empresarial o público, los ciudadanos comunes también lo perciben.
“Son los que reciben el sueldo y analizan que no es momento en comprometer su flujo de caja en el pago de una casa, por ejemplo, si no sabe si va a tener trabajo”, señaló.
Según el analista, el país ha experimentado en los últimos seis años el primer nivel del ciclo económico conocido como euforia, en donde la actividad macroeconómica es positiva, la moneda estable, hay acceso al crédito y en general se ve expansión de la economía.
Un siguiente comportamiento es el se conoce como rebaño, en donde la percepción de los agentes económicos es de estabilidad y se caracteriza por incremento del consumo.
Según Pérez-Lara, ahora se vive la última etapa de ese ciclo, que es que cuando los agentes económicos se empiezan a dar cuenta que entre la expectativa y la realidad hay un espacio grande.
Cifras de la Superintendecia de Bancos confirman que entre mayo de este año y del 2015 el número de créditos al sector privado bajó 0.62%, de 2 millones 914 mil 171 a 2 millones 896 mil 215.
Actividad continua
Los agentes económicos tienen diferentes motivos para pedir préstamos, ya sea por necesidad o debido a los ciclos de producción, afirmó Carlos González, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes).
Según el economista, aunque en este momento podría haber algún grado de inhibición para invertir, ya sea con capital propio o prestado, la actividad económica no se detiene.
“Se ha levantado mucho humo sobre que la actividad económica está mal, y lo que hubo fue una pequeña desaceleración”, afirmó.
González indicó que el crédito crece más en el segundo semestre del año.
Por ejemplo, dijo, “alquien que necesita adquirir una casa y ya tiene iniciado un proceso con un banco, cuando este otorga el préstamo, obviamente va a comprar el inmueble”. Es diferente en una actividad productiva,
como la agricultura, en donde se piden prestado entre marzo y abril para preparar tierras, comprar semillas o adquirir fertilizantes.