Economía

Banguat confía en que estabilidad política ayudará a la economía

El año que recién inicia asumirán las autoridades de gobierno electas en 2023 y el banco central presenta el panorama económico que encontrarán.

Álvaro González Ricci, presidente de la Junta Monetaria y Banco de Guatemala brindó las perspectivas económicas 2024. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Álvaro González Ricci, presidente de la Junta Monetaria y Banco de Guatemala brindó las perspectivas económicas 2024. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Con la toma de posesión del nuevo binomio presidencial electo Bernardo Arévalo y Karin Herrera, se espera que vuelva la estabilidad alterada   por la incertidumbre política-electoral generada durante el segundo semestre del 2023, lo que daría la tranquilidad a los agentes económicos para retomar sus decisiones, expansión y clima de negocios.

¿Qué deben hacer los agentes económicos?, ¿cuáles será el comportamiento de los indicadores macroeconómicos?, esta es la lectura de las autoridades monetarias para el año que inicia.

Álvaro González Ricci, presidente de la Junta Monetaria y el Banco de Guatemala (Banguat) y Alfredo Blanco Valdés, vicepresidente, compartieron con Prensa Libre el panorama económico y las perspectivas para este 2024:

¿Qué perspectivas hay para este año?

Tenemos una tasa de crecimiento del PIB en 3.5%, siempre dentro de los rangos de más/menos 1%, (2.5% a 4.5%) pero la proyección de eje central es de 3.5%; la inflación la esperamos en 4% y reservas monetarias internacionales en alrededor de los US$21 mil 270 millones; además, un crecimiento en el envío de remesas familiares hasta US$21 mil 927 millones.

El escenario es positivo para el país, esperamos que esta coyuntura política finalice el 14 de enero 2024, pues creemos en la separación de poderes y el mismo presidente de la República -Alejandro Giammattei- ha salido diciendo abiertamente que sí habrá un cambio de mando.

Entonces en el momento en que eso se dé, empezará a regresar la tranquilidad en los mercados y la calma en los inversionistas, porque debemos tener claro que Guatemala, fuera de su posición geográfica para la atracción de inversión extranjera, es una zona privilegiada y excelente lugar para invertir.

¿Qué espera sobre la inflación y de los posibles efectos del fenómeno de El Niño?

En términos generales, el efecto de El Niño les pega a unos productos agrícolas, pero no necesariamente a todos, y hay que recordar que mucha de la producción agrícola que no es de subsistencia, ahora depende de regadíos, y eso ya se ha ido superando. Los efectos no han sido tan grandes como en años anteriores de un Niño muy fuerte, pero habría que ver lo que acontecerá. En 2023 hubo copiosidad de lluvias, lo que no significa un riesgo inflacionario.

Lo más fuerte del efecto de El Niño pasó el año anterior y tal vez haya una prolongación hasta el primer trimestre de 2024, según el Ministerio de Agricultura. El cambio climático no solo le afecta a Guatemala sino a todo el mundo y mucho de lo tratado en las reuniones con el Fondo Monetario Internacional, es cómo abordar los efectos del cambio climático.

Desde la banca central, ¿cómo se analiza el relevo presidencial y a la evolución de los principales indicadores económicos?

Hemos tenido dos reuniones con Segeplán (Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia). Mi percepción es que estuvieron cómodos en las reuniones, comprendieron los números y la independencia que debe tener el banco central, que es uno de los mayores tesoros, y que todas las decisiones que se adoptan son técnicas. Fueron muy claros en el sentido de que se seguirán respetando. Y vienen tres ministros nuevos a Junta Monetaria, que son los de Finanzas, Economía y Agricultura.

 

¿Qué se espera con las nuevas autoridades?

Esperamos con este nuevo gobierno que se mantenga la autonomía de la banca central, pues como manda la ley, es un asesor del Estado, y va a contar con la mejor calidad de información para tomar las decisiones correctas.

El mayor reto que el gobierno nuevo tendrá, aunque no es tema del banco, es la capacidad de poder ejecutar el presupuesto con la velocidad adecuada, para que ese dinero pueda llegar a los guatemaltecos.

Dada la coyuntura política, ¿hay confianza en la economía para 2024?

El índice de confianza en la economía subió en noviembre a 46.62 puntos, de 43.97 en octubre; cabe mencionar que cuando se pregunta a los encuestados y sobre cómo espera que esté la actividad económica en los siguientes seis meses, aumenta ostensiblemente.

 

 

 

A la pregunta ¿espera usted que la evolución económica del país durante los próximos seis meses mejore?, la respuesta positiva aumentó del 22% en octubre al 47% en noviembre; es decir, que los agentes económicos a pesar de todo lo que está pasando, si están contando con que va a mejorar la actividad económica en el primer semestre del nuevo gobierno.

En lo real, ¿hay confianza o desconfianza?

Nosotros creemos que hay confianza, porque la desconfianza ya se hubiera reflejado en las variables macroeconómicas a las que damos seguimiento, como la inflación y el tipo de cambio, entre otros. Por ejemplo, si hubiera desconfianza, la gente estaría acaparando productos por un desasosiego político-social, lo que provocaría un aumento de la inflación. Pero, al contrario, esta va para abajo, para cumplir la meta. Además, las personas estarían enviando sus capitales al exterior y el tipo de cambio estaría subiendo, pero este se encuentra estable.

A su juicio, ¿qué deben hacer las nuevas autoridades para ganar más confianza?

El tema hacia la ruta de grado de inversión diría que es básico, aparte de si el país puede pagar su deuda o no, lo que toca diversos factores, como puede ser la misma revisión de cuentas, aspectos de déficit fiscal, deuda versus el PIB (producto interno bruto), temas macroeconómicos, entre otros, que es lo que se maneja en la banca central, pero insisto que esa ruta de grado de inversión es básica y muy integral.

En la parte del programa de gobierno está la inclusión financiera, y se ha expresado la voluntad de mantener la autonomía del Banguat, por lo que el próximo gobierno debe continuar con la ejecución y buscar una mejor calidad del gasto, para que esos recursos puedan llegar de una mejor manera a todos lados.

A su juicio, ¿qué fue lo atípico en esta transición política?

Tal vez todo el proceso de transición atípico positivo, y no negativo; yo que estuve en la transición del gobierno anterior, si recuerdo que estas reuniones fueron en Casa Presidencial, donde hubo un intercambio de documentos, y se conversó con algunos ministros.

Ahora hubo un proceso que se venía planteando desde enero 2022; hubo documentación y voluntad de reunirse, eso es atípico bueno, pero lógicamente toda esta coyuntura sobre el cuestionamiento de las elecciones sí ha sido atípico, y yo no tengo memoria de cuando esto haya pasado en coyunturas diferentes, pero eso sí ha generado impactos (no tan severos) en temas de inflación, que es lo que le corresponde al banco.

 

ESCRITO POR:

Urias Gamarro

Periodista especializado en macroeconomía, finanzas públicas e infraestructura, con 20 años de experiencia en medios radiales, impresos y digitales.