En 1981, un joven Carlos Guzmán, con 25 años de edad y compromisos familiares, pero sobre todo, impulsado por un espíritu emprendedor y el deseo de vender y transformar, vio una oportunidad en un crédito con condiciones favorables que ofrecía la entonces Corporación Financiera Nacional (Corfina), sin imaginar que 41 años después, sería reconocido como uno de los empresarios más destacados del país.
Hoy, casi cualquier persona que escuche la palabra “sheca” la asocia con Xelapan, ese emprendimiento que nació cuando Guzmán se comprometió con una deuda de Q10 mil para comprar una amasadora rápida, pero que significaría la innovación en el proceso de elaboración de pan y sentaría las bases de una compañía exitosa.
“Nos sentimos orgullosos de ser un ejemplo y de motivar, sobre todo a los jóvenes a que viendo lo que nosotros hemos hecho, puedan hacer lo propio”, dijo Guzmán, tras recibir la noticia del reconocimiento de este matutino.
Desde ayer y durante toda esta semana, Prensa Libre publicará la semblanza de los personajes que con sus aportes durante el 2022 promovieron cambios en Guatemala en cinco categorías: arte, empresas, innovación, proyección social y servicio público.
Las publicaciones son la antesala para la publicación del Personaje del año, que se dará a conocer el lunes 2 de enero en nuestras ediciones impresa y digital; y del reconocimiento al Personaje deportivo del año, el cual se dará a conocer el sábado 31 de diciembre próximo.
Prensa Libre, cada año, desde 1992, selecciona al Personaje del año, con el objetivo de reconocer los valores, proyección social y científica y aporte a la sociedad guatemalteca.
Innovador desde el inicio
Tras volver de estudiar en Estados Unidos en 1974, Guzmán trabajó para algunas empresas y luego, junto a un socio, fundó una pastelería y panadería. Tras dividirse el negocio, en 1981, y ya con el préstamo de Corfina, abrió dos establecimientos más en Quetzaltenango.
Guzmán recuerda que antes de 1980, las panaderías empleaban dos máquinas en el proceso de elaboración del pan: la amasadora, para mezclar, y el cilindro, para refinar. Su primera innovación fue adquirir una amasadora rápida, que hiciera las dos funciones a la vez, lo que significó un cambio en el sistema de producción, con nueva tecnología.
La siguiente decisión disruptiva de Guzmán fue ofrecer pan caliente por la mañana y por la tarde, los siete días de la semana. “Antes de nosotros, las panaderías en Quetzaltenango hacían el pan, algunas en la mañana y otras en la tarde. Unas descansaban un domingo y trabajaban el otro, y así se alternaban. Nosotros comenzamos trabajando los siete días de la semana y haciendo pan dos veces por día”, recordó.
En 1990 vino la implementación del autoservicio y la extensión de la producción de pan las 24 horas. Posteriormente, Xelapan introdujo el concepto de centros de producción en cada tienda. Un punto frío donde se producen los pasteles y un punto caliente donde se elabora el pan.
Una empresa familiar
Xelapan también introdujo técnicas para la elaboración de nuevas variedades del pan, observando el gusto de los clientes en lo que respecta a pan francés, pan dulce, champurradas y tostadas, pero con el tiempo, la sheca se impuso como el producto insigne.
Esto último tuvo que ver con la incorporación en 2005 de Carlos Orlando, el hijo mayor de don Carlos, como gerente de producción. “Él estudió ingeniería de alimentos y se apasionó al entrar al laboratorio y empezó a hacer pruebas, a poner en marcha su creatividad y así se generó la gran variedad de shecas que hoy tenemos”, contó Guzmán.
Adicionalmente, su hija Susana se involucró desde 2010 en la empresa en el área de personal y posteriormente incursionó en las ventas, por contar con estudios en mercadotecnia, gestión de recursos humanos y administración de empresas.
Enrique, el tercero de sus hijos, es ingeniero en informática y también está involucrado en la organización, de manera que la empresa que hoy cuenta con 20 sucursales y 800 trabajadores, mantiene una estructura de administración familiar.
Relevo generacional
Con 66 años de edad y 41 años de haber fundado Xelapan, Guzmán está listo para la sucesión de su cargo como director de la empresa, para que sean sus hijos continúen su administración y expansión. “Este 2022, mis hijos y yo elegimos a mi sucesor, y la elección recayó en mi hija Susana. Ya la nombramos directora ejecutiva y asumirá el puesto con pleno dominio el 1 de enero de 2023”, dijo Guzmán.
“Es como cuando Pelé, el rey del fútbol en los 70, estando en la cima de su carrera, se retiró. Pues yo no me retiro con la edad de Pelé al dejar las canchas, pero cedo el control de la empresa estando en pleno uso de mis facultades y siendo un apoyo para un relevo generacional escalonado, en armonía y un acoplamiento sin cambios bruscos”, concluyó.
En palabras propias
“Lo más importante es cuidar la salud, llevar una vida equilibrada, en armonía y paz, basada en el respeto y haciendo las cosas bien. Hay que prepararse, estar actualizados y actuar con prudencia”.
Carlos Guzmán comentó que su señora madre fue maestra durante 42 años en la Escuela Secundaria Arriola, y su padre fue abogado y notario. “Siempre me caracterizó la idea de transformar y hacer nuevas cosas. Tras una experiencia de trabajo en Los Ángeles, California, entre 1973 y 1974, volví a Guatemala con la claridad de que el mundo no se limitaba al horizonte que alcanzaba a ver desde mi tierra natal Quetzaltenango”, compartió.
“Cuando tengo la oportunidad de hablar con gente joven, que está comenzando a emprender, le digo ¡arriésguese! No siga los patrones ya establecidos. Hay que generar nuevos caminos, ser creativos, innovar y atreverse a hacer cosas nuevas. Por supuesto, hay que correr el riesgo de fracasar y equivocarse, pues la vida siempre da oportunidades”, expresó.
En noviembre de 2022, Guzmán corrió su vigésima segunda maratón y completó los 42 kilómetros en cinco horas y 20 minutos. “La idea de abandonar, de sentarme y decir que no me preparé bien, siempre asalta, pero terminé. Entonces, si yo a mis 66 años no le temo al fracaso, ¿cómo un joven de 20 o 30 años va a tener miedo?”, cuestionó.
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