La principal consecuencia será el retorno de Irán al mercado de petróleo, que se calcula que en 2016 añadirá un millón de barriles diarios al suministro global, con el consiguiente descenso de los precios de en torno a US$10 por barril.
Actualmente, el precio del barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, se encuentra en torno a los 49 dólares.
Entre los favorecidos por este abaratamiento estarían países importadores, como los de la Unión Europea, mientras que los afectados serían los exportadores, como los países del Golfo Pérsico.
El acuerdo nuclear de Estados Unidos, los otros cuatro miembros del Consejo de Seguridad de la ONU (Reino Unido, China, Rusia y Francia) más Alemania con Irán debe ser ahora aprobado por el Congreso estadounidense.
En segundo lugar, agregó el BM, el comercio iraní se expandirá una vez que las restricciones financieras y los precios de sus productos se abaraten.
Los países que verán incrementar sustancialmente el comercio con Irán serán el Reino Unido, China, India, Turquía y Arabia Saudí.
Una vez que se confirme el levantamiento de las sanciones, las estimaciones del organismo multilateral prevén que US$29 mil millones en activos actualmente congelados en el exterior sean desbloqueados.
Asimismo, la inversión extranjera directa se espera que crezca hasta los US$3 mil millones al año, el doble de la actual.
“Desde el acuerdo marco de abril, hemos visto un creciente interés de las empresas multinacionales por invertir en Irán, especialmente en los sectores de petróleo y gas. Esta tendencia probablemente se acelerará (si se formaliza el acuerdo), ofreciendo una muy necesitada inyección de capital y modernización de tecnología petrolera”, agregó Lili Mottaghi, coautora del informe.
El acuerdo nuclear de Estados Unidos, los otros cuatro miembros del Consejo de Seguridad de la ONU (Reino Unido, China, Rusia y Francia) más Alemania con Irán debe ser ahora aprobado por el Congreso estadounidense.
El pacto contempla un progresivo levantamiento de sanciones económicas a cambio de permitir inspecciones en los centros nucleares iraníes declarados y el desmantelamiento de miles de centrifugadores para enriquecer uranio.