Según Morales, el nuevo mercado para el GLP boliviano será cubierto por la producción de la planta de Gran Chaco, situada en el sur boliviano, con una producción inicial de 1 mil toneladas métricas diarias, que subirán después a 3 mil toneladas.
La planta del Gran Chaco, construida por la empresa española Técnicas Reunidas, separa los combustibles líquidos del gas natural que se envía Argentina para convertirlo en productos como el GLP.
La planta se encuentra actualmente en una fase de pruebas.
Bolivia también exporta a Brasil gas natural en un volumen de alrededor de 30 millones de metros cúbicos diarios.
Morales agregó que, además, Uruguay ha hecho conocer su interés por importar Gas Natural Licuado (GNL) de Bolivia.
El mandatario también ratificó que “tiene la esperanza” de que Bolivia se convertirá en un centro energético de Suramérica y con ese propósito se pondrá en marcha un acuerdo con Argentina para la producción de energía nuclear.
El jueves, los Gobiernos de Bolivia y Argentina firmaron en Buenos Aires un acuerdo de cooperación para el desarrollo de proyectos bolivianos en energía nuclear con fines pacíficos.
Sobre la exportación de electricidad, el mandatario reiteró que este año su país comenzará a vender 200 megavatios de la región boliviana de Tarija a la localidad argentina de Tartagal.
El Gobierno boliviano impulsa varios proyectos energéticos con la confianza de que las petroleras privadas y la estatal YPFB realizarán nuevos descubrimientos de gas natural para ampliar sus reservas, que al actual ritmo de consumo alcanzan hasta el 2023.