Brasil y México aspiraban a anunciar un nuevo acuerdo, pero no resolvieron las divergencias entre los fabricantes brasileños, que piden que el actual acuerdo sea prorrogado en las mismas condiciones,y el Gobierno mexicano, que defiende el libre comercio para elevar su acceso al mercado del país sudamericano.
REUNIÓN
En la cita técnica participaron representantes de los ministerios de Hacienda, Relaciones Exteriores y Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil y autoridades de la Secretaria de Economía mexicana y de la embajada de México en Brasil.
El actual acuerdo, firmado en el 2012, fija cuotas de importación de hasta US$1 mil 600 millones al año para ambos países.
Los vehículos comercializados hasta ese valor pueden ingresar al otro país sin pago de aranceles de importación. Una vez superado el límite, cada país puede imponer hasta un 35% de impuesto.
En caso de no llegar a acuerdos el 18 de marzo, el libre comercio volverá a regir el intercambio bilateral.
Ventas afectadas
El acuerdo del 2012 ha limitado las ventas de los productores mexicanos, que ya exportan más de US$1 mil 600 millones a Brasil al año, en tanto que los fabricantes brasileños aún no han alcanzado esa cuota.
La Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores de Brasil pide que el acuerdo sea prorrogado por los próximos cinco años.