“Existe mucha posibilidad de que la SAT mejore en estos procesos, y en consecuencia tenga un mayor control de cuál es el IVA que tenga que devolver y sea capaz de mejorar sus ingresos al disminuir las devoluciones”, afirmó Delgado.
La segunda gran línea de trabajo con la SAT será un modelo de control integral basado en la información.
Medidas sin impacto
Édgar Barquín, presidente del Banco de Guatemala, expresó que no se espera que las tasas de interés por motivo de la reducción de los estímulos monetarios impacten en las líneas de crédito que llegan al país desde el exterior.
Barquín, quien inauguró ayer el 23 ciclo de Jornadas Económicas, afirmó que no se esperan cambios en este ni en el próximo año en las tasas de interés.
Agregó que las líneas de crédito del exterior suman alrededor de US$2 mil 800 millones, equivalente al 9.5% del fondeo que tienen los bancos nacionales.
Lo anterior, según el funcionario, consistirá en poner en orden “la inmensa cantidad de información que tiene la SAT de los contribuyentes”.
Delgado subrayó que los datos de la SAT provienen de las facturas electrónicas, formularios de aduanas y de los documentos relacionados con la renta, así como de una gran variedad de fuentes.
“El problema es que no se cruza la información que se tiene. Si simplemente existiesen bases de datos eficientes con un software adecuado, la SAT sería capaz de encontrar discrepancias y recaudar más”, expuso Delgado.
El funcionario ofreció declaraciones ayer, durante el 23 ciclo de Jornadas Económicas, organizadas por el Banco de Guatemala.
Francisco Menéndez, expresidente de la Asociación Guatemalteca de Exportadores, comentó que el problema es que la SAT no devuelve el crédito fiscal.
Según informó, la última cifra que se calcula es que el Gobierno adeuda alrededor de Q2 mil millones.
Menéndez agregó que la SAT cuenta con los controles suficientes para atender a los contribuyentes, pero carecen de recursos para pagar, y el único objetivo es obstaculizar las supervisiones, pues ni suficientes auditores tienen.