“El poco interés de los profesionales se debe en parte al cambio de administración de Gobierno”, explicó Óscar Chile Monroy, presidente del CPA.
El directivo comentó que el sentimiento de ese gremio en participar es que por el cambio de presidente, este también hace una rotación de los funcionarios y en este caso la SAT.
Enio Morales, vicepresidente del IGCPA, explicó que además de esa situación, el otro problema es el desgaste que tiene en la actualidad la institución encargada de recaudar los tributos.
“Sin duda el caso de corrupción detectado en la SAT tiene un impacto negativo en los aspirantes y nadie de los interesados quiere sufrir esa decadencia”, expresó.
Además está la presión ciudadana contra la corrupción que se expresa por manifestaciones, lo que es evaluado por parte de los profesionales.
Dorval Carías, ministro de Fianzas, reconoció ayer que esas situaciones pueden influir en la escasa convocatoria y que para resolver se amplió el plazo para los interesados.
“En esta ocasión el Directorio decidió hacer hacer una convocatoria pública, pero creemos que hay interés”, dijo el ministro.
En el sector de profesionales también hay posturas en contra relacionadas con el nombramiento de los Directores.
El CPA es de la postura en que se debe suspender el proceso que realizó la comisión de postulación en seleccionar a ocho candidatos para no elegir a un nuevo superintendente, mientras que el IGCPA es de la idea que se deben nombrar a los seleccionados.
Al respecto, Carías informó que el presidente Otto Pérez Molina nombraría a los dos miembros titulares y suplentes en los siguientes días.
Élder Fuentes ocupa de manera interina la jefatura en la SAT.