“Al permitir a personas y familias cultivar más oportunidades económicas, la inclusión financiera puede ser un poderoso agente para un crecimiento mayor y más incluyente”, estimó la jefa del FMI, en presencia del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.
Tomando como ejemplo a México, donde las instituciones financieras están presentes en tres cuartas partes de los municipios, Lagarde señaló que “solo el 27% de la población mundial tiene acceso a los servicios financieros —comparados con el 40% en América Latina— y solo una de cada cinco mujeres” lo tienen también.
“Para los pobres, el acceso a servicios financieros básicos como pagos, ahorros o seguros pueden generar grandes beneficios. Con un mejor acceso a estos servicios, las familias pueden mejorar su consumo, incrementar sus inversiones en materias como educación y salud”, manifestó.