La aerolínea estadounidense anunció en noviembre pasado su interés en adquirir hasta 32% de las acciones de la mexicana, donde ya tiene una participación de 4.1% y opción de comprar un 8.1% adicional.
Además, el Fondo de Pensiones de Delta tiene opción de adquirir aproximadamente 4.6% de las acciones en circulación de Grupo Aeroméxico, para sumar en total una participación de 49%.
La Cofece destacó que esa operación eliminaría la presión competitiva que actualmente ejerce Delta sobre Aeroméxico en las rutas transfronterizas, lo que aunado a la saturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México “podría generar un aumento en el precio de vuelos” entre ambos países.
La saturación del aeropuerto es una barrera que limita a otras aerolíneas competidoras el acceso a horarios adicionales de aterrizaje o despegue, necesarios para expandir su oferta hacia rutas entre EE. UU. y México, explicó.
Por ello, entre las condiciones impuestas por la Cofece está ceder el número de slots (franja horaria asignada para despegues y aterrizajes) equivalente a los que Delta utilizó en el aeropuerto capitalino en el 2015 a competidores que prestan o puedan prestar servicios de transporte aéreo regular de pasajeros entre México y EE. UU.
Además, las dos aerolíneas “no podrán mantener las designaciones en las rutas donde coinciden y que les fueron otorgadas en términos del convenio bilateral aéreo vigente”, por lo que una de ellas tendrá que renunciar a sus designaciones.
Aeroméxico y Delta ya fueron notificadas por el órgano antimonopolio y “deberán presentar un escrito mediante el cual acepten en su totalidad las condiciones impuestas para proteger el proceso de competencia y libre concurrencia”.