“No tenemos un museo de clase mundial con las instalaciones apropiadas”, lamentó Fernando Paiz, presidente de la Fundación Maya de América y desarrollador del proyecto.

El plan consiste en trasladar el mercado de artesanías a un edificio nuevo que será construido a un constado de la Alianza Francesa, en la zona 13.

Allí, los inquilinos tendrán más espacio de venta, parqueo para más de 60 vehículos con sótano y áreas para eventos culturales.

Además, una gran pasarela de varios metros de ancho conectará con el nuevo Museo Maya, que será ubicado en las instalaciones del anterior mercado.

Proyecto

El complejo requerirá una inversión de unos US$100 millones, de los cuales US$60 serán utilizados para la construcción y el resto sería parte de un fondo revolvente que serviría para respaldar el mantenimiento.

En total son más de 60 mil metros cuadrados de construcción y un complejo de parqueos con capacidad para más de 600 vehículos.

Las instalaciones también conectarán con el área de boletería del Zoológico La Aurora, para que los turistas puedan recorrer la zona e ingresar a las diferentes atracciones culturales del lugar.

Pese a los posibles beneficios que traería para los inquilinos del mercado de artesanías, estos se oponen.

Paiz refirió que han girado varias invitaciones para poder presentar el proyecto a los inconformes inquilinos y así puedan asegurarse de que será positivo el cambio.

Además, aseguró que los inquilinos tendrán asegurado un espacio igual al que ocupan y con mejores condiciones.

Defensa

“Estamos en un proceso legal y será donde se resuelva”, refirió Mario Velásquez, vicepresidente de la Asociación de Inquilinos.

El siguiente 22 de mayo será llevada a cabo la audiencia pública en la CC, donde se discutirá el amparo provisional que recibieron los inquilinos.

Mientras que también se preparan para celebrar el próximo 28 de mayo los 41 años de la fundación del mercado.

Según los ejecutivos de la Fundación Museo Maya de América, el nuevo recinto será financiado con “promesas” de donación.

Asimismo, será lanzada una campaña mundial de venta de ladrillos, que costarán US$100 —alrededor de Q800—.

Cada ladrillo será puesto en un área especial y tendrá grabado el nombre del comprador.

Esperan colocar hasta un millón y con los fondos restantes serían construidos otros museos.