Economía

Crédito rápido es el más caro para pagar

De acuerdo con el experto en finanzas personales César Tánchez, las tarjetas de crédito, los extrafinanciamientos, los créditos exprés y los financiamientos bancarios podrían ayudar a una persona con problemas de sobreendeudamiento a corregir el camino si son utilizados correctamente, pues conllevan altas tasas de interés.

El sistema bancario ofrece diversas formas de financiamiento rápidas para el pago de deudas y compra de bienes. (Foto Prensa Libre: OSCAR RIVAS)

El sistema bancario ofrece diversas formas de financiamiento rápidas para el pago de deudas y compra de bienes. (Foto Prensa Libre: OSCAR RIVAS)

Según Tánchez, la forma más usual de financiarse en momentos de falta de efectivo son las tarjetas de crédito, pero estos son los instrumentos financieros con las tasas más altas del mercado, y aunque varían según el banco, giran alrededor del 54%, es decir que de cada Q100 que se tiene de deuda anualizada, más de la mitad corresponden al pago de intereses.

En el caso de los extrafinanciamientos que otorgan las tarjetas de crédito, estos rondan por el 22% de interés.

Tánchez refiere que si una persona “topó” su tarjeta y necesita pagar ese saldo, un extrafinanciamiento es una buena opción, pues reduce la tasa en 32 puntos porcentuales y eso significa “mucho dinero”.
Agrega que dependiendo del plazo a elegir para pagar las nuevas cuotas, así será el monto de los intereses.

El problema se da cuando el usuario sigue consumiendo con la misma tarjeta de crédito cuyo saldo pagó y dejó a “cero”.

“Lo bueno de esta estrategia es que el deudor baja de pagar un 54% a una cantidad fija mensual menor, pero no debería seguir usando su tarjeta”, dijo Tánchez.

En casos de emergencia, afirma el experto, emplear cuotas como opciones de pago de contado es positivo, pues en lugar de pagar el monto total de un servicio o bien en un solo pago, el mismo se divide. Pero esto es bueno si se puede comprobar que no hay intereses extras y si no hay más deudas de otro tipo.

Se debe tomar en cuenta que a mayor rapidez en la entrega del préstamo, mayor será la tasa de interés.

Es deseable, si se paga vivienda, tener ahorrado por lo menos el equivalente a tres meses de pago de la misma, previendo pérdida de trabajo.

Los créditos rápidos son una alternativa para pagar deudas y solventar emergencias, pero debe considerarse la tasa por pagar.

Si la tarjeta de crédito es utilizada como forma de pago y no para financiarse, se tienen múltiples beneficios como descuentos o diversas promociones, dependiendo del banco.

No conviene tener múltiples formas de extrafinanciamiento que comprometan la economía familiar.

En caso de pérdida de empleo cuide su liquidación laboral administrando bien los pagos de su deuda.

Según Tánchez, de manera general lo positivo de una tarjeta de crédito es que prácticamente nunca se pagan intereses si se paga completamente el saldo cada mes.

Aunque este tipo de financiamiento no está ligado al crédito preestablecido en el plástico constituye un incentivo perverso para seguir con el uso de la tarjeta y el usuario se endeuda aún más.

De acuerdo con Tánchez, este instrumento está amarrado a una institución financiera y por lo tanto no todos tienen acceso al mismo, lo que limita que se pueda aprovechar más.

Otros instrumentos

El siguiente nivel es el de los llamados créditos exprés de los bancos del sistema que sin mayores trámites ofrecen tasas de entre 18% a 20%.

Lo negativo es que normalmente los plazos de pago son cortos, usualmente menores a cinco años, y los montos a prestar son limitados.

En el tercer lugar se ubican los créditos de los bancos, que fluctúan entre 12% y 15%, que son otorgados a personas que tienen un récord crediticio sano o que tienen como respaldo un pasivo laboral, por ejemplo.

Lo positivo de este crédito, según el experto, es que hay mayores posibilidades de negociar plazos y tasas de interés.

En la última posición se encuentran las empresas que dan financiamientos prendarios sobre hipotecas, carros u otro bien mueble y que cobran 60% o más de intereses.

Según Tánchez, aunque este tipo de préstamos es el más accesible y no excluye a nadie, también ofrecen las tasas más altas del medio, debido a que el nivel de riesgo que tienen de no recuperar la inversión es mucho más alto.

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