“Yo quitaría la idea de que hay dos Guatemalas, ya que hay tres”, afirmó Jorge Benavides, analista de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa), al explicar que está la Guatemala promedio y en la que muchos municipios se parecen en su situación, una Guatemala de 50 municipios que agrupa al 20% de la población, que tienen condiciones mucho mejores que el resto del país, y otra con 50 municipios que representan al 30% de los habitantes, que viven en condiciones muy inferiores en cuanto a competitividad y desarrollo humano.
“Los municipios que están arriba nos enseñan mucho sobre qué podría hacerse, y los de abajo son los que tenemos que atender primero”, agregó.
El estudio Desarrollo Humano y Competitividad presentado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y Fundesa, permite entender e identificar cuáles son las variables de competitividad que más influyen en el desarrollo humano de la ciudadanía guatemalteca, comprender cómo estas dos dimensiones interactúan en el contexto nacional, así como las áreas clave en las que se sugiere concentrar los esfuerzos y recursos para avanzar el desarrollo humano en el país, explicó el presidente de Fundesa, Juan Carlos Paiz.
Además, cómo se pueden fortalecer de forma mutua para alcanzar mejores metas de crecimiento y posibilitar las condiciones que permitan que la economía crezca de forma inclusiva y equitativa, y que alcance a las comunidades locales, añadió Benavides, quien junto a Elías Ahuat de PNUD y equipos de trabajo de ambas entidades, efectuaron el análisis.
Cada medición recoge la realidad de los municipios y posee un ranking, y lo que se hizo en el estudio fue ver los municipios que coinciden e identificar su situación. Por ejemplo, los del área metropolitana y los que están en el corredor que conecta el Pacífico con la salida del Atlántico, como la CA-9, son los que están arriba en el ranking de los dos índices y los que muestran coincidencias de altos niveles de competitividad y de desarrollo humano.
Situados en el medio hay muchos municipios que escalan los rankings. Pero también es importante ver la parte de los menores desempeños con bajos niveles competitividad y bajo desarrollo humano, que en ambas mediciones coinciden en que son varias áreas en el norte de Quiché y Huehuetenango, así como en la parte del Corredor Seco. También puede incluirse una parte de Las Verapaces, añade.
Y, una de las conclusiones a las que se llega con el estudio es que para implementar políticas de desarrollo, estas deben tener un sustento teórico, práctico y con mediciones con base en una agenda de competitividad.
“El fin de la competitividad no sólo es tener territorios que atraigan la inversión y el crecimiento económico, sino que las personas se logren desarrollar, por lo que el Índice de Desarrollo Humano mide el resultado y el índice Competitividad mide el proceso. Si hacemos bien las cosas en competitividad, vamos a tener desarrollo humano. Y cuando hay desarrollo humano, es más fácil que la agenda competitiva continúe”.
Ana María Díaz, representante residente del PNUD en Guatemala comentó que “con este análisis, hemos obtenido información valiosa que nos permite entender cuáles son las variables de competitividad que más influyen en desarrollo humano de los guatemaltecos. El enfoque de desarrollo humano va mucho más allá del aumento o la disminución de los ingresos de un país: comprende la creación de un entorno en el que las personas pueden desarrollar su máximo potencial y llevar adelante una vida productiva y creativa de acuerdo con sus necesidades e intereses. “Es un enfoque que se centra en las personas, y en sus oportunidades y decisiones”, expresó.
Tanto Paiz como Benavides ven que el país está en el momento oportuno para trabajar con ese enfoque. Y una de las recomendaciones principales es la importancia de comunicar a las autoridades de gobierno, pero no solo al presidente y sus ministros, sino a Segeplán y la Secretaria para Asuntos Municipales, porque la política pública sectorial tiene que partir de los territorios de forma diferenciada.
Es decir, si se agrupan los municipios en algunas características algunos van a tener más necesidades de salud, otros tienen más necesidades de educación, y la inversión en infraestructuras es transversal a todos, por lo que la recomendación es que no se planteen políticas generales de país, sino reconocer que en los territorios es diferente la política pública y la responsabilidad de los ministros que son los responsables de la parte sectorial.
En qué consiste
En el estudio se analizaron los 13 ejes que componen el Índice de Competitividad Local (ICL) que lidera Fundesa, como: extorsiones, ranking de Gestión Municipal, brecha de la red vial, tasa de electrificación (% de hogares), acceso a agua y saneamiento, déficit de vivienda (cuantitativo y cualitativo), gasto público en salud (per cápita), tasa de desnutrición crónica (< 5 años), carga tributaria local (% PIB), agentes bancarios por 100 mil habitantes, remesas (% PIB per cápita), turistas por 100 mil habitantes.
Y del Índice de Desarrollo Humano, se usan los ejes de salud, educación e ingresos.
Resultados
De esta evaluación, surgieron los siguientes resultados, según expuso el analista Ahuat de PNUD:
Agua y saneamiento: Los municipios donde hay un adecuado acceso a servicios de agua, saneamiento e higiene, la población es más saludable. Los departamentos más urbanizados como Zacapa, Guatemala, Sacatepéquez y Quetzaltenango registran coberturas de agua y saneamiento mayores al 85%. Está el caso particular de Sololá con coberturas mayores a 93%. Y, por aparte en Alta Verapaz, Retalhuleu o Escuintla las coberturas de agua y saneamiento giran en torno al 55%.
Tasa de electrificación: Son municipios con una tasa de electrificación arriba del 95%, en especial los más urbanizados y con infraestructura, como la ciudad de Guatemala, pero el noroccidente y el norte concentran municipios con menores tasas como en Quiché, Huehuetenango y Petén. En Alta Verapaz solo se llega a 40%.
Desnutrición Crónica: En los municipios donde hay mayor desnutrición crónica en niños menores a 5 años, el desarrollo humano es menor. Según Ahuat, la desnutrición crónica es el tercer elemento que mayor impacto genera en la competitividad municipal, sólo por detrás de la cobertura educativa y el uso de internet. Según datos de la ENSMI 2014/2015, el 46.5% de los niños sufre de desnutrición crónica y es mayor en el área rural que llega a 53% y en noroccidente, con 68.2%. Además, suroccidente (51.9%) y la región norte (50%).
Educación secundaria: Hay una relación positiva entre educación secundaria y el ingreso, lo cual implica que los municipios donde las personas alcanzan educación a nivel básico y diversificado tienen un mayor desarrollo humano. Pero, entre 2002 y 2018 los avances en educación media y superior fueron heterogéneos en el territorio, incluso en algunos lugares se produjo retrocesos debido a deficiencias como insuficientes centros educativos.
Dependencia de las remesas: Existe una relación negativa con el IDH, es decir el desarrollo humano es menor en los municipios con mayor dependencia de remesas respecto al producto interno bruto (PIB) local, sobre todo en cuanto a nivel de vida. En municipios con un desarrollo humano alto, como Guatemala, Mixco o Santa Catarina Pinula, la dependencia de remesas es menor al 8% del PIB, pero hay municipios con una dependencia que supera el 90% del PIB y con un desarrollo bajo, como: Chisec y Fray Bartolomé de las Casas en Alta Verapaz, San Mateo Ixtatán en Huehuetenango y Nebaj en Quiché.
Déficit de vivienda: Hay 97 municipios con un déficit de vivienda (cuantitativo como cualitativo) superior al 60%. Es necesario orientar en el corto plazo intervenciones de infraestructura social y políticas de vivienda focalizadas.
Sistema financiero: En los departamentos con mayor cobertura de servicios bancarios, el desarrollo humano es mayor. El promedio de país es 104.1 agentes bancarios por cada 100 mil habitantes. Departamentos por arriba de esa cifra son Zacapa, El Progreso y Petén; y por debajo, Chimaltenango, Totonicapán, San Marcos, Huehuetenango y Quiché. El más bajo es Alta Verapaz.
Carga tributaria local: En municipios donde hay una mayor carga tributaria (% del PIB local) el nivel de desarrollo humano es más alto. No se logra establecer diferencias a nivel municipal o incluso departamental, aunque sí se logra determinar alta correlación de una recaudación elevada en el departamento de Guatemala (cercana al 20% de su PIB) y su nivel de desarrollo humano. El resto del país muestra una recaudación cercana al 10.5% del PIB, aparte del caso de Zacapa que tiene 5%.
Otros factores
PNUD y Fundesa también refirieron que hay otros resultados reveladores que requerirán análisis y acciones más profundas:
Extorsiones: Contrario a otros factores, este problema social está más concentrado en municipios que tienen mayor desarrollo humano y competitividad. Las tasas más altas se reflejan en la región central como Guatemala y Sacatepéquez, y en el Sur Occidente como Retalhuleu, Escuintla y Suchitepéquez.
Infraestructura vial: En los departamentos donde hay menor brecha de Red Vial (Kilómetros existentes respecto de kilómetros en el Plan de Desarrollo Vial -PDV-, 2018-2032), el desarrollo humano es mayor. Es más evidente el efecto que tiene una mayor densidad vial en el desarrollo humano, una vez se superan los 300 metros de red vial por kilómetro cuadrado pero hay tres excepciones: Sololá, Totonicapán y Chimaltenango.
Turismo: Los 6 departamentos que cuentan con mayor flujo de turistas son Guatemala, Sacatepéquez, Chiquimula, Jutiapa, Petén y Sololá, tienen ingresos. Pero se debe profundizar el análisis del sector turismo posterior a la pandemia.
Gasto público en salud: Dentro de los municipios con mayor gasto público per cápita en salud están Guatemala, Antigua Guatemala, Cuilapa, San Marcos y Quetzaltenango.
Gestión municipal: En los municipios donde hay una mejor gestión municipal (según el ranking de Segeplán) es mayor el desarrollo humano, principalmente en cuanto a ingresos. Los más altos son Guatemala (62.5), Quetzaltenango (59.5), Salcajá (59.0), Cobán (58.8) y San Miguel Petapa (58.4), pero también se detectó que los municipios con el ranking más bajo de Gestión Municipal no tienen los niveles de desarrollo humano más bajos.
Trabajar por territorios
En conclusión, los analistas explican que atender las condiciones del territorio, en especial dentro del concepto de la competitividad, tiene un impacto directo y positivo en la mejora de las condiciones de vida de la población, ya que va de la mano con la sostenibilidad del desarrollo humano en el tiempo.
Además, que es necesario atender de forma prioritaria las inversiones de los territorios donde prevalecen menores condiciones en esos indicadores.
Advierten que “con una agenda de inversión en competitividad no se resuelven todos los temas relacionados al desarrollo humano y calidad de vida de las personas, pero sí provee un marco estratégico” sobre retos y oportunidades a discutir y acordar desde los tomadores de decisiones a nivel nacional y local.
“Es importante resaltar que no todos los temas pueden abordarse al mismo tiempo”, y refieren que aunque haya consensos acerca de acciones que serán de mayor impacto para la población “hay que considerar que por sí solas no serán suficientes”, por lo que se debe analizar la parte complementaria y el orden de su implementación.
Para las acciones a nivel territorial, recomiendan un esfuerzo coordinado con las autoridades del Gobierno Central relacionadas con cada tema, ya que no solo es importante la inversión que puedan canalizar los municipios de forma individual o mancomunada, sino que es necesario que se sumen otros actores de la sociedad civil, la academia, el sector empresarial y los organismos multilaterales.
Las 5 recomendaciones
Luego del estudio se plantearon recomendaciones, que fueron expuestas así:
- Realizar un ejercicio técnico para agrupar municipios con características similares, con el fin de orientar espacios de análisis y discusión que permitan determinar intervenciones costo-efectivas.
- Facilitar un diálogo público-privado sobre cómo atender a los municipios más rezagados, y crear un mapa de oportunidades de inversión que esté alineado a las Prioridades Nacionales de Desarrollo.
- Impulsar una agenda de investigación que permita generar recomendaciones basadas en evidencia a autoridades locales y al nuevo gobierno.
- Es urgente priorizar mecanismos de inversión para la infraestructura social, orientada a: agua y saneamiento, vivienda digna, servicios de salud y educación, electrificación y caminos rurales.
- Diseñar paquetes de intervenciones para la reducción de brechas y aumentar la productividad rural en las principales cadenas de valor, considerando la pertinencia cultural y una visión desde lo local.
En el conversatorio los titulares de la Secretaría General de Planificación y Programación de la Presidencia de la República, (Segeplan), Carlos Mendoza, y de la Secretaría de Coordinación Ejecutiva de la Presidencia, Víctor Hugo Godoy, expusieron la necesidad de cambiar la forma en que se deciden y ejecutan recursos en los territorios, el sistema de Consejos de desarrollo y crear la institucionalidad para hacerlo.
También participaron la ministra de Economía, Gabriela García Quinn; el viceministro del Agua del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (Marn), Jaime Luis Carrera. Así como el presidente del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif), Ignacio Lejárraga, quien refirió que es necesario seguir impulsando el Plan de Guatemala No Se Detiene y que este trascienda gobiernos.
En tanto María Tuyuc, presidenta de la Red Global de Empresarios Indígenas, dijo que es necesario el apoyo para cerrar las brechas y que esos esfuerzos sean articulados.