Ella trabaja como cocinera en un hospital público y gana el salario mínimo, por lo que señala que para afrontar el encarecimiento de los alimentos, ha tenido que reducir la cantidad de compra semanal de algunos productos. Su objetivo con sacrificar el consumo de ciertos comestibles es no descompensar su presupuesto, que también se ha visto afectado por el alza de los pasajes del transporte colectivo que usa a diario para desplazarse a sus labores.
El caso de González podría ser la de cualquier guatemalteco, ya que nadie escapa del aumento generalizado de precios que ya se habían visto afectados por la pandemia del Covid-19 y se agravaron con los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania, así como por la crisis en la cadena logística de carga a nivel mundial. Estos factores supusieron un encarecimiento de las materias primas y productos terminados, que se ha trasladado a todos los mercados locales.
Jessica Coronado, coordinadora de Nutrición y Salud de Acción contra el Hambre, comentó que en comunidades del oriente del país, el quintal de maíz que antes de enero costaba entre Q90 y Q105, llegó a costar hasta Q250 en los últimos meses.
“Las familias que viven del jornal agrícola y ganan entre Q40 y Q50 por día, han tenido que trabajar el doble para poder comprar un quintal de maíz, que según el número de integrantes del hogar, puede durar entre 15 días y un mes”, indicó.
De acuerdo con la actualización a agosto de las perspectivas de seguridad alimentaria de la Red de Sistemas de Alerta Temprana de Hambruna, en varias regiones del país, los ingresos que se generen por parte de las familias en la época de alta demanda de mano de obra que comienza desde septiembre, no serán suficientes para mejorar sustancialmente la alimentación, debido a la persistencia de los altos precios de la comida, los combustibles y el pago de deudas.
Los 10 que más han subido
Para muestra del alza de los productos básicos, en Prensa Libre escogimos 10 alimentos que casi nunca faltan en la mesa de los guatemaltecos, así como los combustibles que, en términos generales, son los que han empujado el alza generalizada de precios.
De esa cuenta, la libra de arroz pasó de costar Q5.78 en enero a Q6.12 en julio, un aumento del 5.88%. El equivalente a una libra de pan francés pasó de Q7.47 a Q8.17 (9.37%), mientras que por una libra de tortillas se pagaba Q3.60 a principios de año y en julio subió a Q3.98 (10.55%).
La libra de carne de res subió de Q28.49 a Q30.42 entre enero y julio, una subida de 6.77%; la libra de pollo se encareció de Q12.35 a Q14.38, es decir 11.21%; y el litro de leche líquida anotó un alza de 5.99% al pasar de Q12.35 a Q13.09.
El equivalente a 1.42 libras de huevos (una docena) pasó de Q13.20 a Q14.53, es decir 10.07%; 0.75 litros de aceite de cocina subió de Q16.64 a Q18.71 (12.43%), mientras que la libra de frijol se encareció 10.83% al cotizarse en enero en Q7.66 y Q8.49 en julio; y por una libra de azúcar se pagaban Q3.54 y en julio, Q3.67, un aumento del 3.67%.
Los combustibles
Otro de los rubros que ha empujado el aumento general de precios en el país es el combustible, pese a que fueron subsidiados por el gobierno durante varios meses. De acuerdo con registros del Ministerio de Energía y Minas (MEM), el precio promedio de la gasolina superior subió 15.91% de enero a julio, al pasar de costar Q31.41 a Q36.41.
El precio promedio del galón de gasolina regular pasó de Q30.6 a Q35.42, un alza equivalente a 13.6%, mientras que el diésel subió 15.24%, al aumentar de Q27.41 en enero a Q32.34 en julio.
“La inflación implica el alza generalizada de precios. No es el combustible, ni los tomates; por ejemplo, en julio de 2022 respecto al mes anterior, se fueron al alza 194 gastos básicos, de 279”, publicó en su cuenta de LinkedIn la firma de manejo de datos, Cardinal. Agrega que los 194 gastos al alza equivalen a 70% de la canasta alimentaria, de la cual, 9% mantuvo sus precios estables y 21% bajaron.
Costo de las canastas
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del mes de julio muestra que la inflación interanual (variación de precios en el mes de julio respecto al mismo mes del año anterior) en Guatemala se situó en 8.36%, la más alta desde diciembre de 2008, cuando llegó a 9.4%. Y la inflación acumulada (a ese mes), se situó en 6.81%.
Con ese ritmo de la inflación, el costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) que incluye los 34 bienes básicos se ubicó en julio Q3 mil 369.69 y se encareció Q57.74 en comparación con junio (Q3 mil 311.95).
La Canasta Ampliada (CA) que, además de los productos básicos incluye los gastos de transporte, calzado, vestuario, recreación y otros, se ubicó en Q7 mil 780.40 con un alza de Q133.33 respecto a junio, cuando fue de Q7 mil 647.07.
Tendencia en Latinoamérica
El fenómeno inflacionario y principalmente, el incremento de precios de productos de la canasta básica, es un problema que se afronta a nivel de toda la región.
La agencia BBC publicó recientemente un artículo titulado “En gráficos: cuánto ha subido el precio de 8 productos esenciales en América Latina” considerando a las seis mayores economías de la región, e indica que al mes de julio, la mayor alza en el precio del aceite se registró en Argentina y Chile, con aumentos interanuales de 93.4% y 68.6%, respectivamente. La harina también se encareció en esos dos países, con incrementos de 103.1% y 40.7%, en el mismo orden.
El precio de la leche de vaca subió 67.7% en Argentina, 66.4% en Brasil y 38.1% en Colombia. La carne vacuna tuvo un aumento de 61.7% en Argentina, 27.1% en Colombia y 26.3% en Chile, lo que ha provocado la búsqueda de productos sustitutos.
La gasolina anotó un alza de 53.5% en Perú, 40.5% en Argentina y 32.3% en Chile. El precio del azúcar subió 135.6% en Argentina, 43.6% en Perú y 37.4% en Chile. Mientras tanto, el costo del pollo subió 89.8% en Argentina, 37.7% en Chile y 16.6% en Colombia. El huevo también encareció 108.6% en Argentina, 22.2% en Chile y 18.1% en Brasil.
