Todo esfuerzo por lograr que nos quede la mayor cantidad de ingresos, será para cuando aparezcan los meses de vacas flacas o los de menores y escasas entradas durante el año.
Esto es casi de sentido común, pues hasta las hormigas lo hacen durante el año al salir a recoger su alimento en los meses en los que saben que estos son abundantes.
Es en esa época de “vacas gordas”, cuando abunda la comida, que ellas almacenan cuanto alimento consiguen, para que cuando venga el invierno, o época de “vacas flacas”, y no puedan salir a recoger más, entonces tengan comida a su disposición y esta no les haga falta.
En otras palabras las hormigas no se comen el excedente de alimentos en las épocas de abundante provisión sino lo almacenan, para cuando más adelante lo necesiten.
Todos nosotros debiésemos de imitar a estos animalitos que sin tener cerebro, ni contar con ningún estudio, nos dan una extraordinaria lección de sabia e inteligente previsión. Guardar recursos cuando se pueden guardar, para cuando se tenga necesidad de ellos, es prudente y sensato hacerlo.
Esos son los buenos meses en los cuales nuestra empresa o bien nuestro oficio o nuestra práctica profesional nos permiten facturar o vender más de lo usual y vemos más dinero en nuestras manos, tal como sucede en Diciembre.
Es cuando en el trabajo recibimos bonificaciones extras, premios por desempeño, bono de aniversario, aguinaldo, primas, reparto de utilidades, etc.
En fin, debemos actuar como las astutas e inteligentes hormigas, pequeños y endebles insectos, que no tienen quien las obligue a guardar comida en verano para tener alimento en el invierno, pero toman la decisión de aprovechar los tiempos de abundancia y así tener con que enfrentar los tiempos de escasez.
El salario extra que ese mes se recibe es el llamado aguinaldo o bono trece y este no es para gastárselo todo sino para ahorrar un poco del mismo. Recordemos que el dinero que no nos gastamos es el capital que incrementara nuestro patrimonio. El que nos gastamos será el capital que incrementara el patrimonio de alguien más.
Algunas personas no podrán gobernar sus emociones y se gastaran este salario extra y aún recurrirán a utilizar plata prestada a las tarjetas de crédito para terminar de comprar regalos y complacer su deseo de agradar a las personas de sus afectos.
Gasta solo si de verdad se justifica la compra. No compres cosas que se deprecian y que son perecederas. Lucha por quedarte con la mayor parte de tu aguinaldo a pesar de la música, y el ambiente propio del “mes más dulce y lindo del año”.
El dinero extra que recibirás destínalo a pagar deudas, cubrir las inscripciones en enero, comprar los útiles escolares y uniformes, o para cubrir gastos eventuales e imprevistos del año entrante. Si lo guardas completo y le sumas el bono catorce que recibirás dentro de seis meses, entonces estamos hablando de un ahorro apreciable que podrás destinar al negocio que has estado pensando iniciar, o bien enganchar un terreno para edificar tu casa.
Recuerda que el dinero se hace teniendo en mente el sabio dicho guatemalteco de “Billete ganado, medio comido, y medio guardado”.
El comido se va de nuestra casa a otras casas, pero el guardado queda en nuestra casa y ese es el que nos enriquece. Lo que ahorramos es lo ganamos, lo que gastamos es lo que otros ganan. Lo que decidas hacer con el dinero extra de Diciembre repercutirá en como amanezcas en Enero. Tu no tendrás que sufrir ninguna “Cuesta en Enero”, si en Diciembre no te dejas caer por la pendiente del gasto a la que otros te inducen en ese mes. Para llevar tu economía personal a otro nivel, obtén mi libro
“Cómo Hacerla en la Vida”.