“Creo que podemos ser prudentemente optimistas sobre las perspectivas de la economía mundial. La economía de Estados Unidos puede crecer a un 3% o más este año y el próximo. Europa se está recuperando al fin, creciendo, y Japón está avanzando de forma significativa”, comentó el gobernador del banco central de Japón, Haruhiko Kuroda.
“En economías emergentes como India, China, Indonesia y otros, es probable que el crecimiento económico siga siendo alto o se acelere”, añadió Kuroda.
El pasado martes, el FMI elevó su previsión de crecimiento mundial en 2014, de 3.6% a 3.7%, poco antes de iniciarse las reuniones del Foro Económico Mundial en Davos, con 40 jefes de Estado y de gobierno y más de 2 mil 500 participantes.
La volatilidad, el nuevo riesgo
La gran duda en los trabajos de Davos vino este año de los países emergentes, que están creciendo menos y sufriendo fugas de capital, provocados por una política monetaria estadounidense más restrictiva que hace a los inversores mucho más selectivos.
Según Lagarde, esta volatilidad “es claramente un nuevo riesgo, y tiene que ser vigilado”.
La jornada del viernes estuvo marcada por la caída del peso argentino la víspera, la mayor en un solo día desde 2002, y de la libra turca.
Por razones como ésta, Larry Fink, presidente de BlackRock, el mayor fondo de inversión del planeta con más de 4 billones de dólares en cartera, llamó a la prudencia.
“Vamos a vivir en un mundo con mucha más volatilidad”, apostilló Fink.
Según él, la recuperación económica dependerá mucho de la iniciativa pública, algo que según él no invita al optimismo, “porque los políticos tienden mucho a hacerse los remolones” a la hora de hacer reformas.
“Vamos a depender de la ejecución de reformas en China (…), tendremos que observar (al primer ministro japonés Shinzo) Abe, y las reformas en Japón, Estados Unidos y otros lugares”, añadió Fink.
El director general de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Roberto Azevedo, puntualizó que “es muy pronto para saber cuál va a ser el impacto de este fenómeno (de la volatilidad monetaria) en el comercio, que la mayoría de las veces responde a tendencias a largo plazo”.