Según la política monetaria, cambiaria y crediticia que aprobó la JM en el 2013, se interrumpirá la consolidación fiscal (compromiso del país para reducir el déficit) al considerar que el Congreso aprobó un déficit más alto que los 2.2% propuesto por el Ejecutivo.
Se conoce como déficit fiscal cuando los montos de los gastos del Estado, en un año, superan los ingresos no financieros.
El texto de la política señala: “A pesar de la mejora prevista en la recaudación fiscal, el Presupuesto General de Ingresos y Egresos del 2013 prevé que el déficit fiscal se ubique en 2.5% del PIB, con lo cual se estaría interrumpiendo el proceso de consolidación fiscal” exigida por organismos de vigilancia como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En quetzales, para el 2013, el déficit fiscal significaría unos Q5 mil 537.9 millones. El PIB real proyectado para este año es de Q221 mil 519 millones.
Además habrá un mayor endeudamiento público. Se manifiesta que deuda pública total respecto del producto interno bruto (PIB) —valor de los bienes y servicios producidos en un año— se ubicaría en 25%, lo cual es mayor a la estimada en el 2012 que fue de 24.6%.
Según el análisis de la JM, en el Presupuesto se incrementó el gasto de funcionamiento y de capital de algunas dependencias que no estaban contempladas en el proyecto inicial y se eliminó por el Congreso la asignación para la restitución de las deficiencias netas (pérdidas de operaciones) del Banguat al 2011 por Q1 mil 17 millones, que incrementa el déficit.
En octubre del 2012 el Congreso aprobó de urgencia nacional el Presupuesto General de Ingresos y Egresos para el 2013, por Q66 mil 985.4 millones y con ingresos fiscales por Q50 mil 375 millones un espacio para deuda de Q12 mil 734.9 millones.
Impacto
Édgar Barquín, presidente de la JM y del Banco de Guatemala (Banguat), expuso lo expresado en la política, y que luego de los cambios afecta el compromiso del país de reducir el déficit fiscal, luego de los cambios en el Congreso.
Barquín indicó que los organismos internacionales reaccionarán y recomendarán al país adoptar medidas para garantizar la estabilidad a largo plazo.
El ministro de Finanzas, Pavel Centeno, indicó que las proyecciones del Minfin, basados en el decreto del Congreso que aprueba el Presupuesto, es que el déficit fiscal del 2013 llegará a 2.4% del PIB.
A su consideración, no afectará las calificaciones que organismos y firmas extranjeras hacen al país.
Centeno explicó que, a pesar de la diferencia de montos que hay entre el Minfin y la SAT para la recaudación fiscal, en este año no habrá presiones sobre el déficit porque se emitió una norma en donde se prohíbe sustituir las fuentes de recursos no ejecutados.
Es decir, que si los entes no ejecutan sus préstamos tampoco se les asignará otra fuente para esos programas, agregó. Lo que pasaría, según Centeno, será una baja ejecución presupuestaria que podría estar entre el 80% y el 86%.
Juan Alberto González, economista independiente, afirmó que el Congreso se extralimitó al ampliar el déficit fiscal, ya que era una tendencia contradictoria a lo que se trabajaba para reducir el déficit.
“El gasto creció a las expectativas de los ingresos que se tienen y hay varios riesgos como la inflación”, refirió.
