Los diputados del Partido de la Revolución Democrática (PRD) , Movimiento Ciudadano (MC) y Partido del Trabajo (PT) argumentaron que dada la trascendencia del tema era necesario que se diera más tiempo al análisis y discusión de la legislación.
Rechazada la solicitud, el pleno comenzó la discusión del primero de seis dictámenes que expiden o modifican 21 leyes y que fueron enviados por el presidente Enrique Peña Nieto al Congreso desde el 30 de abril pasado.
Al cabo de unas cinco horas en que los partidos expusieron sus argumentos, el primer dictamen, que expide la Ley de Hidrocarburos y reforma las leyes de Inversión Extranjera, Minera y Asociaciones Público Privadas, fue aprobado en lo general por 330 votos en favor, 129 en contra y cero abstenciones.
El texto recibió el apoyo de los legisladores del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) , del Verde Ecologista de México (PVEM) , Acción Nacional (PAN) y Nueva Alianza (NA) , mientras que los del PRD, PT y MC votaron en contra.
En el marco de la votación del dictamen, diputados de izquierda rodearon la tribuna y, junto con otros legisladores desde sus escaños, levantaron decenas de letreros que cuestionan la reforma energética y sus leyes secundarias, además de gritar consignas.
Algunas pancartas tenían la imagen de Lázaro Cárdenas, el presidente de México que en 1938 llevó a cabo la nacionalización de la industria petrolera.
“Entregar Pemex (la empresa estatal Petróleos Mexicanos) a los extranjeros es una traición a México y a su historia” , decía uno de los letreros.
A la acusación de traición replicó desde la tribuna Rubén Camarillo, del PAN, al fundamentar su voto en favor del dictamen: “Los verdaderos traidores a la patria están de lado de los conservadores de izquierda, que ven en esta reforma la oportunidad de hacerse de una bandera electoral para los comicios de 2015” .
A su vez, Marco Antonio Bernal, del PRI, aseguró que el dictamen incluye un cambio de paradigma para garantizar la seguridad energética, convertir esta industria en una “palanca de desarrollo nacional” y fortalecer la rectoría del Estado sobre el sector en un “contexto de competencia” .
Silvano Aureoles (PRD) expresó su oposición al asegurar que el dictamen en discusión promueve que las riquezas de la nación se entreguen a particulares y no se destinen a actividades prioritarias del Estado, como programas sociales, educación o salud.
“No es una oposición terca, por decreto o mezquindad, es una postura que obedece a una profunda convicción de que entregar la riqueza petrolera de la nación a los particulares es un grave error” , añadió.
El diputado Ricardo Mejía (MC) consideró “mentira” la propaganda gubernamental en el sentido de que la reforma energética impulsará el crecimiento económico y traerá beneficios directos a la población.
Afirmó que las leyes reglamentarias propician la “entrega de la renta petrolera a trasnacionales” y avalan el “despojo de las tierras a ejidos y comunidades” por parte de grupos extranjeros. Sus promotores, acusó, “están generando con irresponsabilidad un caldo de cultivo para que se rompa la paz social” .
Una vez aprobado el dictamen en lo general se inició la discusión de los cientos de reservas presentadas por legisladores, principalmente los de izquierda.
Se prevé que la sesión de hoy, que se inició con la participación de 409 de los 500 miembros de la Cámara de Diputados, se prolongue hasta cerca de la medianoche.
Durante el periodo extraordinario los diputados abordarán en total cuatro dictámenes ya avalados por el Senado y otros dos relacionados con asuntos fiscales en materia energética que tienen como origen la Cámara baja y que, una vez aprobados, pasarán a la alta.
A las afueras de la sede legislativa, cuya seguridad fue reforzada por la Policía Federal a petición de la Cámara, el presidente del PRD, Jesús Zambrano, encabezó una manifestación en repudio a los cambios legislativos.
En los próximos días el PRI, PAN y PVEM van a consumar “un acto de traición a la patria” , afirmó Zambrano, quien llamó a sus simpatizantes a prepararse para una consulta popular en 2015, cuando “la mayoría va a decidir si estas reformas se van o se quedan” .