De acuerdo con López, ahora que ya se concluyó y aprobó la parte técnica del reglamento, “lo único que queda es que el consejo de Banrural lo apruebe”.
Agregó que después de la aprobación por los directivos, el fideicomiso quedará listo para operar de manera inmediata al día siguiente.
El ministro comentó que desconocía cuántas solicitudes de préstamo se habían gestionado hasta la fecha en Banrural. “Lo que sí sabemos es que prácticamente con la cola que hay se agotarían los recursos.
Roberto Díaz, productor de la Comisión de Cafés Diferenciados de Agexport, explicó que no utilizaría los recursos del fideicomiso porque los montos que se otorgan son “muy pequeños” y prefiere buscar financiamiento en otras fuentes.
El productor agregó que conoce de casos de muchos caficultores que han llegado a las ventanillas de Banrural, pero se quedan solo en la solicitud porque no hay liquidez.
Prensa Libre buscó la versión de ejecutivos de la Dirección de Fideicomisos y de la Gerencia de Banrural, pero no fue posible localizarlos.
Por aparte, Rubén Darío Pacay, asesor de la Presidencia de la Asociación Nacional del Café (Anacafé) en el Comité Técnico del Fideicomiso del Café, informó que de acuerdo con los registros de la institución, los solicitantes podrían sumar unos cinco mil caficultores que han actualizado su información.
Según Pacay, el techo máximo para un pequeño productor quedó en US$8 mil, para un mediano en US$125 mil y para el grande US$500 mil.
Obstáculos
Un camino tortuoso
Trámites burocráticos en los ministerios de Agricultura y Finanzas Públicas, así como retrasos de parte del Congreso para hacer reformas, son algunos de los obstáculos que han bloqueado la afluencia de los recursos del Fideicomiso del Café.
A lo anterior se suma la falta de transparencia, pues en enero del año pasado el Gobierno utilizó Q393.4 millones, de los Q395.8 millones que se encontraban en el Banguat y que pertenecían al Fideicomiso de Café.