El programa de incentivos económicos a mujeres del Ministerio de Agricultura y de asesoría con enfoque de género y multiculturalidad son algunos de los que tienen cero ejecución.
El Ministerio de Educación también reporta programas sin avance, como los servicios en educación de valores de niños y becas para adolescentes con discapacidad.
Aquellos que benefician a niñas, mujeres y aspectos de género son los más atrasados.
El comienzo de año es tortuoso para las unidades ejecutoras, y en un año electoral cuesta que arranquen los proyectos, señaló el economista Carlos Martínez.
“Cuando se trata de un año electoral, los aspectos de ayuda social que no son de importancia política quedan por intencionalidad rezagados”, lamentó.
Otro factor que influye son las cuotas financieras asignadas.
Dorval Carías, ministro de Finanzas, desde comienzo de año anunció políticas de contención del gasto.
Sin embargo, la población más vulnerable es la que no recibe los beneficios, lamentó Martínez.
Elecciones
Varios fondos de desarrollo social continúan solo con las cuotas presupuestadas y sin ningún movimiento concreto, según Sicoin.
Este estancamiento es por el uso electoral que los funcionarios públicos aprovechan para la campaña electoral, opinó el director de investigaciones del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales, Wilson Romero.
“Se guardan los recursos para la campaña electoral, y así hacer uso clientelar”, criticó Romero. La ejecución promedio de Q70 mil 600 millones del presupuesto se ubicó en 17 por ciento.