No obstante, señaló que “la situación podría tornarse más delicada si el precio continúa bajando” .
Bolivia no exporta petróleo pero su economía se sostiene en las ventas de gas natural a Brasil y Argentina, a un precio que se ajusta trimestralmente en función de las variaciones del crudo.
Para fijar el coste del gas natural que se vende a Argentina se tiene en cuenta el promedio del precio del crudo del trimestre anterior, y en el caso de Brasil, se toma en consideración el promedio del semestre previo, explicó Villegas.
Por ello, insistió en que los efectos de la caída del precio del petróleo “van a ser leves” en una “primera fase” , pero que se sentirán “en términos de ingresos” si continúa el descenso.
Señaló que quienes resultarán afectados “en la medida en que exista una disminución van a ser los gobiernos subnacionales” , puesto que la renta petrolera se distribuye entre las gobernaciones regionales, municipios, el Tesoro General de la Nación y YPFB.
Aunque, agregó, “la disminución de precios no implica que vaya a ser una situación de largo plazo” .
Con todo, según Villegas, esta situación también presenta “una oportunidad importante para Bolivia” , pues con estos precios bajos, las reservas de petróleo no convencional de Vaca Muerta en Argentina y de Presal en Brasil, dejarán de ser rentables.
“Por lo tanto, no son competitivos para nosotros y tenemos una oportunidad de no solamente seguir entregando el gas que estamos entregando, sino tal vez de aumentar la exportación (a ambos mercados)” , añadió.
Argentina compra alrededor de 15.8 millones de metros cúbicos diarios de gas natural boliviano y Brasil unos 33 millones de metros cúbicos diarios, según informó YPFB la semana pasada.
Estos países pagaron entre enero y noviembre de este año un total de US$5 mil 513 millones a YPFB por la compra de gas natural.
Otra consecuencia de la caída del precio del crudo será que Bolivia podrá ahorrar entre US$150 y US$200 millones por la importación de diesel (gasóleo) y gasolina, señaló Villegas.