Según el experto, la situación podría “acelerarse” tras la crispación observada el viernes recién pasado en la conferencia de prensa ofrecida por el jefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, y el ministro griego de Finanzas, Yanis Varoufakis.
Los analistas están echando mano del calendario para contar cuánto tiempo tendrá dinero el gobierno griego, que por su lado no quiere entrar en esta lógica.
Atendiendo a las cifras, sólo en 2015 Grecia debe devolver 9 mil millones al Fondo Monetario Internacional, entre estos 2 mil 300 millones en febrero y marzo, según Thibault Mercier, economista del banco francés BNP Paribas.
Luego debe reembolsar 6 mil 700 millones en obligaciones al Banco Central Europeo, en julio y agosto. Y por último, 15 mil millones de títulos a corto plazo que se encuentran en las carteras de los bancos griegos.
Además, el nuevo gobierno de Alexis Tsipras está decidido a aplicar una política fiscal generosa.
Mercier estima en 13 mil 500 millones las promesas de campaña del partido de izquierda radical Syriza, incluyendo la contratación de funcionarios, las ayudas a los hogares más pobres, medidas sobre el precio de los transportes, la supresión de impuestos y la subida del salario mínimo, entre otros aspectos.
Pero antes incluso de emprender todas estas reformas, las arcas del Estado estarían casi vacías.
Según el diario Kathimerini, quedan menos de 2 mil millones que se habrán agotado a finales de febrero, cuando expira el programa de rescate soberano del país.
Para colmo, mucha gente ha dejado de pagar impuestos durante la campaña electoral, con la esperanza de que haya una reducción de la carga tributaria.
A un mes de que expire el programa de rescate, el nuevo gobierno griego dijo que no quiere recibir los alrededor de 7 mil millones restantes.
También anunció que no trabajará con los delegados de la troika de acreedores —UE, BCE y FMI— que vigilan y validan los recortes y reformas exigidos a Grecia antes del pago de cada tramo de ayuda.
Varoufakis, en ese sentido, calificó el viernes pasado la delegación de “antieuropea”, y afirmó que “está construida sobre una base podrida” .
Los mercados reaccionaron negativamente, y el rendimiento del bono griego a 10 años cerró el viernes, por encima del 11%.
A esos niveles, Grecia no puede volver a los mercados de deuda, de los que está casi excluida desde 2010, cuando se le concedió el primer rescate internacional.
“El Gobierno se financia porque los bancos griegos están comprando sus emisiones de deuda a corto plazo, y porque el BCE los está apoyando.
Pero si el BCE cierra el grifo, se acabó”, pronostica Alexandre Delaigue.
ENVÍA MENSAJE
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, aseguró el sábado que su gobierno no actuará “de forma unilateral”, a propósito de su deuda pública, que quiere reducir, según un comunicado de su oficina.
Tsipras quiso enviar un mensaje de tranquilidad al día siguiente de que su ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, anunció que no quieren trabajar con la troika de acreedores internacionales del país.
“La concertación con nuestros socios europeos acaba de empezar”, dice el comunicado, en palabras de Tsipras.
“Ninguna parte busca la confrontación, y nunca tuvimos la intención de actuar en forma unilateral en la cuestión de la deuda griega”, que el
Gobierno de Atenas quiere reducir”, añadió.
AFP