Entonces, agregó que esta cita podría ser de “carácter político” y que el pacto se firmará “si es que Europa está dispuesta a aceptar ciertos conceptos que le hemos planteado permanentemente” .
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha indicado que hay “puntos muy delicados” dentro de la negociación y que su país cuenta con “muy poco margen de acción” en virtud a que las preferencias arancelarias que concede la UE expirarán a finales de 2014.
Las partes aún no han logrado acuerdos en temas agrícolas y de compras públicas, según informó Correa hace pocos días. Asimismo hay algunas diferencias en el área de derechos de propiedad intelectual.
“Vamos a revisar la postura europea, vamos a hacer una contrapropuesta. Ojalá se llegue a un acuerdo, pero no estamos dispuestos a pasar ciertas líneas rojas” , dijo el mandatario socialista.
En cuanto a la posibilidad de renovar las preferencias arancelarias que la UE otorga al país andino, el ministerio anotó en un boletín que las autoridades europeas “han manifestado la voluntad de trabajar en un mecanismo” para mantenerlas hasta que entre en vigencia el acuerdo.
La ausencia de un acuerdo comercial cuando expiren las preferencias arancelarias de la UE dejaría pérdidas por unos US$200 millones anuales al país, según un estudio de la CEPAL, aunque los empresarios estiman que alcanzarían los 450 millones.
Los diálogos entre las partes se reanudaron en enero último tras cuatro años de pausa.
Entre enero y abril de 2014, Ecuador vendió productos no petroleros a la Unión Europea por 1.013,3 millones de dólares, frente a 937,7 millones en igual período de 2013.