Mientras tanto, el diario británico Guardian reportó que el director ejecutivo Stuart Gulliver tenía una cuenta en la misma unidad.
En una llamada telefónica con los reporteros, Gulliver dijo que abrió la cuenta a través de una compañía panameña para proteger su privacidad porque otros ejecutivos en las oficinas de HSBC en Hong Kong podían ver lo que sus colegas estaban ganando.
La cuenta “me permitió tener confidencialidad dentro de mi propia compañía” , dijo. Aunque Gulliver insistió en que había pagado todos los impuestos sobre el dinero en esa cuenta —que se ha reportado asciende a más de 5 millones de libras (7.7 millones de dólares) — el artículo del Guardian significó otra verg enza para un banco duramente afectado por alegaciones que lo obligaron a disculparse públicamente la semana pasada.
Y los problemas no cesan. HSBC reconoció el lunes que sus ganancias de 2014 fueron “decepcionantes” y que las cifras incluían el costo de pagar acuerdos por errores pasados, como los 550 millones de dólares que el banco separó para pagar penalidades por manipular mercados de divisas.
Sin embargo, Gulliver y el presidente Douglas Flint, en su primera conferencia telefónica desde que surgió el escándalo sobre los impuestos, dijeron que les deben reconocer lo que han hecho para solucionar fallas del pasado, pero Flint admitió en un comunicado que el banco necesita demostrar su “valor para la sociedad” .