“Mientras, los (moderados) precios actuales del petróleo continuarán apoyando a la economía mundial hasta cierto punto, numerosos desafíos” contrarrestan ese efecto y frenan el crecimiento del consumo de energía, explican los autores del documento.
Entre esos factores destacan los elevados niveles de deuda en países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y “el aún alto desempleo en la zona del euro en combinación con incertidumbres en Grecia” .
A ello añaden “asuntos geopolíticos en curso” , en alusión a diversos conflictos, en especial a los de Oriente Medio, la región más rica en petróleo del mundo, con cerca del 80 por ciento de las reservas probadas del planeta.
La perspectiva de subidas de los tipos de interés en Estados Unidos y una desaceleración de la economía china tienden asimismo a frenar el consumo energético, indica la OPEP.
Puede que tanta incertidumbre esté detrás de la diferencia entre los primeros pronósticos sobre la tendencia de la demanda en 2016 de la OPEP y los de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) .
Frente a la muy leve aceleración prevista por el grupo de doce países con sede en Viena, la AIE vaticinó el pasado viernes desde París que el próximo año el mundo consumirá 1,2 mbd más que en 2015, un aumento menor que el de este año, que estima en 1.4 mbd.