Economía

El cultivo de arroz podría desaparecer en el país dentro de un año ¿Por qué?

Representantes del sector arrocero señalaron impactos socioeconómicos, si continúa la liberación comercial de ese producto con Estados Unidos.

Se cultivan anualmente 14 mil 400 hectáreas de arroz y se produce 1 millón 125 mil quintales, que constituyen el 25% del consumo nacional. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

Se cultivan anualmente 14 mil 400 hectáreas de arroz y se produce 1 millón 125 mil quintales, que constituyen el 25% del consumo nacional. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

La eliminación de aranceles a las importaciones de arroz originario de Estados Unidos provocaría la desaparición de la producción del grano en Guatemala, lo que provocaría pérdidas de empleo, más migración de la población y pobreza en los lugares de cultivo. Además, se pondría en riesgo la seguridad y soberanía alimentaria del país, expusieron miembros del sector.

Pero el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (Maga), considera que ese extremo no ocurrirá y esperan fortalecer las capacidades de los agricultores para garantizar el abastecimiento.

Desde el establecimiento del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (conocido como DR-CAFTA) se negociaron plazos de desgravación para diversos productos y el del arroz granza y pilado, fue uno de los más amplios, pues fijaba cuotas de importación durante 17 años.

A partir del año 18, es decir, desde el 2023, ya no habrá cuota ni arancel para esos productos; es decir, serán de libre mercado, detalló el departamento de Comunicación Social del Maga.

Es por esa razón que los productores se encuentran alarmados y aseguraron que la desgravación total permitirá la importación de arroz con cáscara y arroz procesado sin arancel y sin la obligatoriedad de comprar la cosecha nacional, lo que hasta ahora ha mantenido fortalecida la producción agrícola nacional.

“La cosecha local tiene un costo mayor al arroz importado, porque el de Estados Unidos está subvencionado. Por eso, las oportunidades para que compren la cosecha nacional es escasa o nula y los productores de arroz no podremos vender nuestro producto. Como consecuencia, desaparecerá la producción guatemalteca”, advirtieron integrantes de la Asociación Guatemalteca del Arroz (Arrozgua), la Asociación de Productores de Arroz de Guatemala (Apagua) y la Gremial de Molineros de Arroz de Guatemala (Gremarroz).

Sergio García, presidente de Arrozgua y también representante de Guatemala en La Federación Centroamericana del Arroz (Fecarroz) aclaró que, de concretarse ese escenario, no provocará una disminución del precio al consumidor, ya que los nuevos comerciantes mantendrán precios y controlarán el mercado. “Esta es la experiencia de Haití, donde se perdió la producción nacional y ahora empresas extranjeras controlan el mercado e imponen el precio”, afirmó.

Además, la producción nacional permite asegurar que exista materia prima sin depender de otros países, lo que ha servido para amortiguar la escasez y precio. La soberanía alimentaria es precisamente eso y un ejemplo es que el año pasado, el mundo experimentó ese fenómeno con la cancelación de exportaciones de países de Asia, a fin de garantizar la alimentación de sus ciudadanos, destacó García.

Acciones

Entre las acciones que planteó el Maga es el cultivo de la reciente variedad de semilla de arroz mejorada que presentó el Instituto de Ciencia y Tecnología Agrícolas (ICTA-Robusta) y actualmente se trabaja en la investigación de una nueva semilla experimental biofortificada.

Ambas variedades poseen altos contenidos de zinc y vitamina A, con un potencial de rendimiento de 90 a 100 quintales por manzana. Estas variedades tienen buena adaptación a las condiciones climáticas del norte, sur y oriente del país.

Es decir que, para la entidad, el cultivo continuará vigente, pero los productores se mostraron pesimistas si no logran garantía de compra para el próximo año.

El Maga afirmó que ha trabajado en conjunto con el Ministerio de Economía (Mineco) para el desarrollo de una “Normativa para la activación y aprobación del contingente arancelario de arroz por desabastecimiento”.

De acuerdo con la Ley del Organismo Ejecutivo, el Mineco es el ente rector del comercio interno y externo y está a cargo de la ejecución del DR-CAFTA, diligenciando el establecimiento de una mesa de coordinación con el Maga, por ser el ente que rige la producción agrícola, pecuaria e hidrobiológica del país.

“El Maga considera que el cultivo no desaparecerá y como acción inherente a las funciones establecidas, ha activado la mesa de competitividad y acceso a mercados, siendo la acción inmediata invitar a los productores a formar parte de esta, para fortalecer al sector y reducir el impacto en el cultivo”.

Sin embargo, según los representantes del sector, desconocen sobre algún reporte que haya surgido de la mesa técnica que se integró en noviembre del 2019, aun cuando se les solicitó a las autoridades tomar en cuenta al sector arrocero para consultas y análisis de la información que ellos podrían presentar.

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Contingentes

Según explicó Edith Flores de Molina, viceministra de Integración y Comercio Exterior del Mineco, actualmente hay un contingente para la importación de arroz proveniente de Estados Unidos equivalente a 93 mil 600 toneladas en granza, del cual se ha utilizado el 80%.

También, un contingente de arroz pilado (listo para consumir) de 18 mil toneladas, de las cuales se ha utilizado el 15%. Ambos contingentes fueron establecidos en el DR-CAFTA, como parte de la negociación de acceso a mercados, en virtud de que la desgravación del producto inició después de un plazo de gracia de 10 años. “Y para el establecimiento de esas condiciones se tomó en cuenta a los productores”, enfatizó la funcionaria.

La importación de arroz está sujeta, además, a un requisito de desempeño nacional, lo que significa que, para poder importar con arancel preferencial, el importador debe acreditar que ha comprado parte de la producción nacional.

El porcentaje de las importaciones que realice cada empresa no puede exceder del porcentaje de las compras nacionales que efectúe y tampoco puede ser superior al 50% del total del contingente, explicó De Molina.

La reducción del arancel fuera de contingente se acordó en cuatro cortes. Actualmente, el arancel que se paga fuera de contingente es del 9.8%.

Para importaciones que no provengan de Estados Unidos, el arancel es del 27.3%, pero tanto el sector productor como el sector industrial, han solicitado contingentes para la importación del producto de países distintos a Estados Unidos, principalmente de América del Sur.

Para este año, se está solicitando la importación de 12 mil toneladas que está en proceso de autorización y de acuerdo con los datos que maneja el Mineco, entre el 80% y el 85% del arroz que se consume en el país proviene de grano en granza importado.

La viceministra Flores de Molina afirmó que el tema ya ha sido tratado en el Consejo de Ministros de Integración Centroamericano (Comieco), pero no brindó más detalles al respecto.

Revisión del TLC

La solución que plantea el sector dentro del DR-CAFTA es realizar una revisión, según lo establece en el artículo 3.18 para que la comisión de revisión agrícola analice cinco puntos:

  1. El funcionamiento del tratado.
  2. Las consecuencias.
  3. El funcionamiento y posible ampliación de la Salvaguarda agrícola especial del artículo 3.15 del tratado.
  4. El comercio internacional.
  5. El avance en materia de eliminación de subsidios y apoyos internos de los países desarrollados.

Flores de Molina enfatizó que la Comisión de Revisión Agrícola prevista en el DR-CAFTA, no es competencia únicamente del Mineco, sino de una comisión creada por las dos partes del tratado. Por un lado, los países centroamericanos y la República Dominicana; y por el otro lado, Estados Unidos, de manera que las opciones que se establezcan deben ser de común acuerdo entre las partes.

“Si la comisión hace bien su trabajo, determinará que la producción de arroz en nuestro país y de la región desaparecerá si no se hace algo al respecto. El arroz fue considerado entre los productos más sensibles al libre comercio con Estados Unidos y esa situación aún permanece”, concluyó García.

El Gobierno de República Dominicana envío una delegación diplomática a Estados Unidos para abordar el tema y la próxima semana, se llevará a cabo una reunión de Fecarroz en Honduras.

Subsidios versus producción local

Los productores guatemaltecos señalaron que Estados Unidos tiene subsidios de hasta el 40% para el arroz dentro del programa “Farm Bill”, lo que provoca que, aunque en Guatemala sean eficientes y productivos, con grandes opciones de crecimiento, el precio del arroz importado será menor, ya que el productor estadounidense puede vender un 40% más barato porque el Estado le pagará la diferencia.

“En un escenario como el anterior necesitaríamos cosechar más de 125 quintales por manzana para sobrevivir; ahora estamos en el mejor de los casos, en 60 quintales y países como Uruguay, en 100 quintales”, enfatizaron.

Los subsidios provocan la inexistencia de un libre mercado y sumado a que Guatemala no tiene incentivos reales ni apoyos estatales de ninguna naturaleza, que permitan y promuevan su sostenibilidad con un arancel 0% a las importaciones de Estados Unidos, provocará que la producción nacional desaparezca totalmente.  Esto ya sucedió en México con el NAFTA a principios del año 2000, afirman.

Datos del sector

El cultivo del arroz genera 22 mil 500 empleos en el área rural y 30 mil indirectos; aparte de que 264 mil personas dependen del empleo en el campo. Se cultivan anualmente 14 mil 400 hectáreas y se produce 1 millón 125 mil quintales, que constituyen el 25% del consumo nacional. El otro 75% se importa principalmente de EE. UU.

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