Economía

El precio de los cereales sube por un “riesgo de escalada” en Ucrania y estos son los posibles efectos en Guatemala

Dos días después de que Rusia se negara a ampliar el acuerdo sobre las exportaciones agrícolas de Ucrania, que permitió la salida de cerca de 33 millones de toneladas de granos en un año, los mercados comenzaron a reaccionar.

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Trigo granos cereales Ucrania Rusia

La no renovación de parte de Rusia del acuerdo para exportar granos y cereales desde Ucrania, puede tener impactos mundiales. (Foto, Prensa Libre: Hemeroteca PL).

En lo que va de esta semana, ningún buque se ha atrevido a anclar en puertos ucranianos del mar Negro para cargar granos, después de que Rusia dejara de garantizar un corredor seguro y bombardeara instalaciones exportadoras, provocando un fuerte aumento de los precios agrícolas en los mercados europeos.

A finalizar el miércoles 19 de julio, la tonelada de trigo blando en Europa ganó 9.5 euros (US$10.6), hasta 244 euros (US$273), mientras que el maíz subió 9 euros (unos US$10), hasta 246 euros la tonelada, es decir un alza global de casi 5% en dos días para estos cereales, señala el reporte.

Sébastien Poncelet, especialista en granos de la firma Agritel (consultado por AFP) dijo que “se abre una nueva página de incertidumbre en el mercado de los cereales”, aunque asegura que no se está frente al efecto que vivieron los mercados tras la invasión de Ucrania en febrero de 2022, que generó alzas al precio del trigo a más de 400 euros la tonelada.

Según información de las bolsas recabada por el sitio investing.com los precios a futuro del trigo para septiembre del 2023 en Estados Unidos reportaban ayer un aumento de 8.6%, llegando a US$725.60; los de maíz registraron un incremento de 3.6% a US$553.25 por tonelada; mientras la soja subió 0.78% a US$1,406.58.

Efectos esperados

Ricardo Rodríguez, analista de la firma Central American Business Intelligence (Cabi), dijo que hay mucha expectativa por el efecto que pueda tener la decisión rusa y hasta este miércoles, el trigo reportaba un alza de 8% pero el comportamiento alcista se ha estado experimentando desde finales de la semana pasada.

“Los mercados ya empiezan a reaccionar considerando potenciales caídas en la oferta. Una de las razones es porque Ucrania provee alrededor del 30% al 40% del trigo del mundo”. En los primeros meses del 2022 el precio se había disparado de forma drástica hasta 100% “y eso mantiene inquieto al mercado”.

Respecto del trigo, indicó que la afectación en el precio no solo es al producto como tal, sino que este grano es materia prima para derivados como pastas, harinas, pan, cereales y otros, por lo que la repercusión será también en productos alimenticios de distinta índole.

En el caso del maíz, recordó que también se usa para fabricar concentrados para animales, por lo que puede repercutir en el precio del pollo, res, cerdo y sus respectivas cadenas, lo que en Guatemala es sumamente importante, porque el país no es autosuficiente en cuanto a producción.

No obstante, indicó que no hay certeza sobre cuándo podrían reflejarse tales efectos en los precios nacionales porque tampoco se sabe si será una situación duradera y con alzas sostenidas. “Por ejemplo, en el 2022 los aumentos internacionales empezaron en febrero con el conflicto bélico de Rusia y Ucrania, pero en el país, la inflación comenzó a escalar fuertemente alrededor de julio del año pasado. Ahora probablemente no sea tan tardado el efecto, pero tampoco será de forma inmediata”.

Concluyó con que el país apenas está saliendo de la primera ola inflacionaria y fue hasta en junio cuando el indicador se situó dentro de la meta de la banca central. “Al final, el gran riesgo es que se afecte la inflación al alza, porque los alimentos pesan casi 30% del total, aunque son más de 240 gastos básicos”.

Carla Caballeros, directora ejecutiva de la Cámara del Agro de Guatemala (Camagro) dijo al respecto que habrá un impacto general en la cadena de abastecimiento de alimentos en el mundo, incluida la región y por supuesto, Guatemala, de manera que los principales efectos podrían estar relacionados con un incremento de precios y disrupciones en el abastecimiento.

“Podría existir un leve incremento, pero el problema aún es muy reciente y no se prevén disrupciones.  Pero solo con el anuncio -cuando surgió la noticia del retiro de Rusia del acuerdo-, el trigo reportó un 3% de incremento”.

Añadió que la producción de alimentos, particularmente huevos y pollo, es muy sensible al precio de la soya y del maíz amarillo,  ya que los productores importan el 95% de lo que consume la industria importadora de este grano.

La directiva de Camagro explicó que desde que inició la guerra entre Rusia y Ucrania, aparte de las sequías en Estados Unidos, se han generado incrementos y disrupciones que afectan a los pequeños productores, quienes ha tenido que enfrentar estos costos adicionales.

“El alimento para la crianza de aves puede representar hasta el 70% de los costos de producción y por lo tanto, menores márgenes, así como una posible disminución de la producción para quienes no pueden absorber estos costos, lo que eventualmente podría afectar la oferta”, dijo Caballeros.

Más impactos: industrias de alimentos y bebidas

Por aparte, la Gremial de Alimentos y Bebidas (Gremab), adscrita a la Cámara de Industria de Guatemala (CIG), refirió que han analizado diversos impactos internacionales que merecen atención.

Julio Orozco, director ejecutivo de la Gremial, dijo que la decisión de Rusia de retirarse del acuerdo podría tener un impacto significativo, elevando los precios de los alimentos y poniendo en riesgo la seguridad alimentaria de millones de personas en todo el mundo. “Si bien hasta la fecha se ha observado una disminución en el índice mundial de precios de los alimentos, con esa decisión es probable que esta tendencia cambie y los precios vuelvan a aumentar a nivel mundial”, agregó.

Acerca de posibles efectos a futuro para las industrias que usan trigo, refirió que Ucrania no es un proveedor mayoritario de trigo para Guatemala por lo que es probable que las afectaciones directas sean limitadas, aunque existen factores indirectos que podrían generar impactos significativos en el mercado local de trigo.

Entre estos, la inestabilidad en el comercio internacional de cereales y la influencia en los precios globales del trigo que conllevaría a un incremento en los costos de importación desde otros proveedores, como Estados Unidos, Canadá y Argentina, aspecto que afectaría la competitividad y rentabilidad de las industrias que dependen de este insumo.

“Si la demanda mundial de trigo se mantiene alta debido a la incertidumbre en el mercado internacional, existe la posibilidad de que los precios locales también se vean afectados, lo que a su vez podría impactar en el costo de los productos finales elaborados con trigo, como pan, galletas y otros alimentos”.

En tanto Enrique Lacs, director ejecutivo de la Cámara Guatemalteca de Alimentos y Bebidas (CGAB), dijo que aún no se ha detectado aumento de precios en las compras de esos productos para la industria porque muchos compran con precios a futuro, pero los aumentos pueden reflejarse en tres o cinco meses, aunque por ajustes en los mercados, podría ser antes.

“Ucrania surte principalmente a Europa, Medio Oriente y África, por lo que esas regiones podrían buscar otros proveedores, lo que generaría lentitud del abastecimiento y provocarse un efecto dominó. Lo que puede suceder es que solamente se retrase el coletazo que nos puede venir, el que aún no tenemos claro. Estamos a la expectativa acerca del abastecimiento aunque no creo que vayamos a tener un problema como tal, pues somos países de poco consumo y no representamos un volumen exagerado”.

Lo que sí puede haber es un efecto de precio que tiende a aumentar porque “esta condición se viene a sumar a un asunto complicado a nivel mundial que tiene que ver con problemas de clima”, dijo Lacs al explicar la sequía en varios países que está afectando la producción de los granos ya mencionados, el arroz y otros alimentos.

Añadió que de la soya también se usa como materia prima para muchos productos y viene principalmente de Estados Unidos y de Canadá; el maíz (amarillo) también se trae de Estados Unidos, así como el arroz, aunque también se ha importado de Uruguay o Brasil, donde también han reportado sequías.

Banguat: Aún no hay presión

Johny Gramajo Marroquín, gerente económico del Banco de Guatemala (Banguat), explicó que el precio internacional del trigo se ha venido incrementando a consecuencia de la decisión rusa, lo que genera la perspectiva de que la oferta de trigo a escala mundial disminuya y eso ha generado presiones en el precio, “que, dicho sea de paso, se venía reduciendo porque una de las causas del incremento era la tensión del conflicto entre Rusia y Ucrania.

Aclaró que si esto llega a materializarse, sería una restricción fuerte al comercio mundial del trigo. Sin embargo, vale la pena destacar que, en el momento de mayor tensión en el conflicto, esta fue una posibilidad que al final no se concretó, porque hubo un consenso entre ambos países y se dejó libre el acceso al Mar Negro. Sobre el precio del trigo, confirmó que este miércoles 19 de julio subió 8% con respecto al martes.

Al hablar sobre la inflación, Gramajo afirmó que el trigo es materia prima para productos que tienen que ver con harinas, como el pan y muchos otros alimentos. “Pero hasta el momento, la presión no se ha dado. Si se percibiera que efectivamente ese es un escenario, posiblemente habría un efecto; sin embargo, se espera que eso no ocurra”, apuntó.

El escenario base de la inflación para Guatemala se mantiene para 2023 y la proyección es cerrar en 4.25% este ejercicio y 4% en el 2024.

Acciones a tomar

Julio Orozco, de la Gremab, cree necesario tomar acciones estratégicas para mitigar los impactos potenciales y asegurar un suministro estable y asequible de trigo para las industrias guatemaltecas, tales como diversificar los proveedores, explorar opciones de abastecimiento de otras regiones y países para reducir la dependencia de una única fuente y enfrentar con mayor resiliencia posibles interrupciones en el comercio internacional.

Asimismo, la búsqueda de acuerdos comerciales con países productores de trigo con cláusulas para una respuesta más rápida ante posibles interrupciones en el comercio, garantizando un flujo más seguro y predecible del cereal hacia Guatemala. También implementar estrategias de gestión de riesgo, establecer reservas estratégicas, contratos de largo plazo y opciones de cobertura en los mercados financieros.