El ejecutivo hizo ver, sin embargo, que la administración de Energuate sigue siendo la misma, más allá de quiénes hayan adquirido la empresa, que pasó de IC Power a I Squared Capital, por medio de Inkia, y ahora con el nuevo accionista.
Sin variaciones
La información que Parra posee a la fecha es que se continuará con el mismo plan de negocios y de inversiones e interés porque la compañía siga evolucionando, y que si se da algún cambio adicional se comunicará en octubre.
Agregó que la transacción consistió en la venta de acciones del socio mayoritario, aunque en cuanto al monto total de la misma dijo que no tenía los datos.
No obstante, dicha transacción corresponde al 91% y 92% del total de acciones de la empresa y el resto del porcentaje pertenece a alrededor de tres mil accionistas minoritarios de Guatemala, títulos que fueron adquiridos desde 1998.
En torno a los retos que deberá enfrentar el nuevo propietario en Energuate, Parra indicó que siguen siendo los mismos, como apoyar el crecimiento y conexión de más usuarios, al punto de que deben alcanzarse más de 100 mil nuevos clientes al año, y para ello se deben desarrollar conexiones.
Mejorar la calidad
El segundo desafío es mejorar la calidad del servicio, En relación con esto hizo énfasis en que la actual administración ha estado mejorando, de manera permanente, el servicio, lo cual se ve reflejado no solo en datos que controla la Comisión Nacional de Energía Eléctrica (CNEE), sino también por la calificación que los mismos clientes han dado a la empresa por medio de las encuestas que tienen obligación de presentar las distribuidoras al ente regulador.
Los conflictos
El tercer reto, según el ejecutivo, son las pérdidas de energía y los robos, observados en varias regiones pero estima que será cuestión de tiempo resolverlo junto con la inversión y el diálogo.
Parra considera que las nuevas leyes orientarán al mercado a promover una actitud diferente ante el uso legal de la energía eléctrica. El monto de pérdidas de energía en comunidades se sitúa en unos US$48 millones anuales.
Asimismo, expuso que en años recientes se ha podido bajar ese déficit, aunque sigue siendo una suma considerable que la próxima administración deberá abordar.
En el 2019 la firma reportó que las pérdidas eran de US$50 millones al año.
Consultado acerca de las razones de la venta de las acciones de Energuate por parte de ISQ, el ejecutivo aseguró que desconoce las razones, pero podría ser un asunto de política interna.
Acerca del nuevo propietario, Threelands, el gerente de Energuate precisó que tiene conocimiento de que la empresa está inscrita en el Reino Unido, y que además de ello no cuenta con más información.
Largo recorrido
Deocsa y Deorsa fueron creadas en 1998, durante el mandato del presidente Álvaro Arzú, cuando se privatizó parte del Instituto Nacional de Electrificación (Inde), como el servicio de distribución de electricidad. En el 2011 fue adquirida por el fondo de inversión Actis, de origen británico. En el 2016, la firma I. C. Power Ltd. —subsidiaria de la compañía israelí Kenon Holdings— adquirió la compañía, pero en el 2017, por medio de su filial Inkia Energy, decidió vender todos sus activos en
Latinoamérica al fondo de inversiones estadounidense I Squared Capital (ISQ), que incluye a las distribuidoras de Energuate.
En septiembre del 2023 ISQ, que era el socio mayoritario, vendió sus acciones a la empresa Threelands Energy Ltd., que aparece registrada en Reino Unido.
Las distribuidoras Deocsa y Deorsa han sido cuestionadas con frecuencia por mala calidad del servicio, apagones y tarifas del servicio más altas que en áreas cubiertas por la otra distribuidora que tiene a su cargo el centro del país.
Por su parte, la firma ha argumentado en otras ocasiones aspectos como altos cobros derivados de la tasa municipal por alumbrado público y que se incluyen en la factura de las distribuidoras, la manipulación de equipo, conexiones ilegales y robo de energía, entre otros.
ISQ dio a conocer que en cinco años el número de clientes pasó de 1.7 millones a 2.3 millones, además de que creció el consumo per cápita y se invirtió para mejorar la calidad.