El entrenamiento estará a cargo de la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN) y de la Bolsa Agropecuaria de Nicaragua (Bagsa) , con apoyo del BM y el Fondo de Desarrollo Social de Japón.
“Se van a desarrollar opciones, contratos a términos o forwards para darle a los productores más certezas sobre los precios de los productos que están produciendo o podrán producir en el futuro” , explicó el gerente general de Bagsa, Luis Arévalo, en el comunicado.
Para Juan Manuel Sánchez, gerente de operaciones de AP EN, no se trata solamente de atacar los riesgos de tipo climático, o sociales y políticos, sino que “también hay riesgos de orden comercial con el mercado donde mantener información de precio es algo esencial para poder saber y decidir cuándo comprar y cuando vender sin que eso afecte sus ingresos y su seguridad alimentaria” .
La apuesta es que el proyecto responda a la necesidad de los pequeños productores nicarag enses de reducir los costos de sus transacciones nacionales e internacionales, según la responsable del proyecto por el BM, Katie Kennedy Freeman.
“Es un paso muy importante para los productores más vulnerables y les ayudara a minimizar los riesgos agropecuarios y aumentar inversiones, productividad e ingresos de los productores más pequeños” , consideró la ejecutiva.
El plan de Bagsa es desarrollar opciones como contratos a términos en base al precio internacional de los productos que se cotiza en Nueva York, para que los campesinos tengan seguridad sobre los precios y planificar su producción.
La agricultura representa el 20 % del producto interno bruto (PIB) de Nicaragua, según cifras oficiales.