Economía

Exportaciones e importaciones se ponen en riesgo por hundimiento en Villa Nueva

Gastos extra en combustible, riesgo de accidentes y retraso en la entrega de productos en puertos, son consecuencias de tomar rutas alternas al no poder pasar por el kilómetro 17.5 de la ruta al Pacífico, dicen exportadores y transportistas.

Este domingo continuaron los trabajos en el kilómetro 17.5 de la ruta al Pacífico. (Fotografía Prensa Libre: María José Bonilla)

Este domingo continuaron los trabajos en el kilómetro 17.5 de la ruta al Pacífico. (Fotografía Prensa Libre: María José Bonilla)

Las rutas alternas que autoridades de Tránsito recomiendan que el transporte pesado no interrumpa su dirección desde la capital hacia los puertos de la costa Sur o viceversa, por el hundimiento en el kilómetro 17.5 de la ruta al Pacífico, no son aptas para la circulación del transporte de carga, pues de igual forma provocan retrasos, restan competitividad y los gastos extras llegan al consumidor final afirman exportadores y transportistas.

Desde el miércoles último cuando se suspendió el paso por el kilómetro 17.5 de la ruta al Pacífico, el traslado de mercadería se ha visto afectado, principalmente los cargamentos que van hacia los puertos de la Costa Sur, puesto que los conductores de los camiones y cabezales afirman que han pasado hasta 10 horas en el tráfico para salir de la ciudad.

Rutas angostas

Según las estimaciones de Héctor Fajardo, director de la Cámara de Transportistas Centroamericanos (Catransca) y de la Coordinadora Nacional de Transporte (CNT), por cada 24 horas qué un cabezal con mercadería se queda varado o se retrasa por bloqueos o incidentes en las vías, se pierden US$110, que equivalen a rubros por depreciación del vehículo, viáticos de los conductores, entre otros.

“Por sus dimensiones, características y forma de desplazamiento, los cabezales con contenedor no pueden circular en cualquier carretera y las rutas alternas que se han mencionado no son aptas, no reúnen las especificaciones, si tratan de atravesar Villa Nueva seguro se quedan varados, porque las calles son muy angostas”, refiere Fajardo.

El transportista explica que, la mayor parte de la mercadería que se exporta pasa por el lugar donde se efectúan los trabajos de restauración, y al estar inhabilitado ese tramo carretero se complica “toda la operación de transporte por carretera”.

“A los vehículos de carga que van a Escuintla se les sugiere la CA-1 hasta llegar al Tejar, Chimaltenango, para luego entroncar con la RN-14, que es una alternativa válida, pero hay un alto grado de complejidad, se gasta más combustible, hay mayor riesgo de accidentes y por cada hora de retraso se pierden cinco dólares”, advierte.

Fajardo, sostiene que no solo se afecta al comerciante o exportador, sino al consumidor final, puesto que algunos transportistas optan por sumar los gastos extras al cliente y este por consiguiente lo reflejará en el consumidor final.

Incumplimiento de contratos

Sobre el impacto que provoca la interrupción del paso en ese lugar, Raúl Bouscayrol, presidente de Junta Directiva de Cámara de Industria de Guatemala (CIG) cataloga la ruta al Pacífico como una “arteria principal” para el movimiento de mercancías desde la capital hacia los puertos ubicados en el litoral Pacífico, zonas industriales y fronteras hacia el sur del país.

“ También es muy importante para abastecer de productos para el consumo de la población de los departamentos que están en la Costa Sur. La deshabilitación del kilómetro 17.5 en ambos sentidos ha obligado a los usuarios de esa carretera a utilizar vías alternas, con el consiguiente incremento del tiempo para trasladarse de un punto a otro”, señala.

Bouscayrol sostiene que, esto impacta directamente en la competitividad y desarrollo económico del país, en cuanto a la conectividad vial y cadena logística, puesto que la interrupción o demora puede causar desabastecimiento, costos adicionales e incluso pérdidas en productos perecederos que deben de llegar a su destino en tiempos limitados, o bien incumplimiento de contratos.

En ese sentido Carlos David Steiger, analista de competitividad Logístico de Agexport explica que a diario desde la capital hacia el puerto Quetzal, Escuintla y viceversa, se movilizan 950 contenedores,  la mayoría trasladan “productos frescos” que son exportados a Estados Unidos.

De acuerdo a los datos que según Steiger, maneja la Comisión Portuaria Nacional en colaboración con el Banco de Guatemala,  en 2022 por el puerto Quetzal se exportaron US$2 mil 750 millones.

El puerto Quetzal es el más importante en cuanto a las importaciones y los principales clientes están en la costa Oeste de Estados Unidos y en especial en California, dice Steiger.

“La costa Oeste representa el 40 por ciento de las importaciones que ingresan por ese puerto, también se puede decir que el 25 por ciento de las mercancías provienen de China. En el 2022 se exportaron alrededor de 15 mil millones de dolares por esa ruta”, afirma.

Gastos adicionales

Steiger coincide en que situaciones como la que mantiene suspendido el paso por la ruta al Pacífico en jurisdicción de Villa Nueva, generan gastos extras en el traslado de mercadería, al argumentar que más allá del gasto extra de combustible por tomar rutas alternas, se ponen en riesgo “los tiempos vitales de entrega en el comercio internacional”.

“Hay tiempos específicos para retirar o enviar mercancías en los puertos. Hay tres días para operación de carga, gestión aduanera y despacho de mercadería, si se superan esos tres días, ya le cobran 150 dólares diarios por estadía”, dice Steiger.

Estos retrasos, según el experto económico, se generan porque las rutas alternas que se recomiendan también se congestionan debido a que no son exclusivas para movilizar carga como en otras naciones, y deben lidiar con tránsito en general, por lo que se corre el riesgo de impactar en los tiempos de para exportar o importar.

“Los contenedores prácticamente son un alquiler y un recargo adicional por usarlos después de tiempo puede significar 150 o 200 dólares, si no se entrega un contenedor en tiempo y no sale en el barco que estaba planificado también hay repercusiones fuertes en compra venta internacional”, advierte.

Según los registros de la Superintendencia de Administración Tributaria (Sat), hasta junio de este año circulaban 211 mil 512 vehículos de transporte de carga, como camiones y cabezales.

Restauración

El cuerpo de Ingenieros del ministerio de la Defensa informó este fin de semana que trabajan en la instalación de un puente provisional para que se habilite la ruta, mientras se efectúan los trabajos de restauración de la pista, aunque anunciaron que el proceso para habilitar el puente les llevará por lo menos una semana.

Autoridades de tránsito de Villa Nueva recalcaron que los horarios de restricción para el transporte de carga siguen vigentes y recomiendan a los transportistas utilizar otras rutas alternas como la RN -14, vuelta al lago de Amatitlán o la Vía Alterna del Sur (VAS).

 

ESCRITO POR:

José Manuel Patzán

Periodista de Prensa Libre especializado en temas de seguridad, con 18 años de experiencia en periodismo escrito, radial y televisivo. Reconocido con el premio Periodista del Año de Prensa Libre en 2016.