Por ello, muchos se inclinaron por mantener los tipos de interés en sus niveles actuales “por un mayor tiempo”.
Los tipos de interés de referencia se encuentran en EE. UU. en niveles excepcionalmente bajos de entre el 0% y el 0.25% desde el estallido de la crisis financiera en el 2008.
No obstante, y dada la consolidación del repunte en los últimos meses, la Fed ha concluido su programa de estímulo monetaria a través de la inyección de liquidez y señalado su intención de elevar los tipos a mediados de este año.
El índice de desempleo en EE. UU. ha descendido de manera sostenida y se encuentra ahora en el 5.7%, en niveles no vistos desde el 2008, y en el 2014 el crecimiento económico cerró en 2.4%, el mayor desde el 2010.
Pese a ello, otro punto de preocupación es la persistente baja inflación en EE. UU., por debajo del 2% establecido como umbral por la Fed. En diciembre pasado, el indicador cerró con una cifra interanual del 0.7%.
“Varios participantes consideraron la continua debilidad de la inflación subyacente como una preocupación”, según
reflejan las actas, que se publican tradicionalmente con tres semanas
de retardo.