En contraste con las aglomeraciones y fiestas populares del famoso fin de año de Río de Janeiro, las celebraciones de Punta del Este se caracterizan por ser discretas de cara al exterior, puesto que la mayoría se realizan en entornos privados y requieren invitación.
La seguridad y la calidad de vida son los principales atractivos de esta pequeña localidad uruguaya que en estos días de verano austral y celebraciones navideñas se colma con la llegada de argentinos y brasileños en busca de ocio y privacidad.
Así lo explicó a Efe el director del ministerio de Turismo de Uruguay, Benjamín Liberoff, quien señaló que las fiestas de Año Nuevo se celebran en hoteles, en casas particulares y a bordo de decenas de yates de lujo, que comenzaron a atracar anoche en el puerto y en la playa de la Rinconada.
Algunas de estas embarcaciones recreativas superan los 50 millones de dólares, precisó el director del Ministerio de Turismo de Uruguay, quien apuntó que Uruguay es un país que proporciona seguridad cuando hace gala de riqueza.
El tráfico del aeropuerto Laguna del Sauce también alcanza en estos días un pico de llegadas de lujosos jets privados, en los que aterrizan multimillonarios para saborear el anonimato y la calma que concede esta pequeña península uruguaya al turismo acaudalado.
Muchos empresarios de todo el mundo se ponen de acuerdo para encontrarse en estas fechas en Punta del Este, aseguró Liberoff, quien cree que esta localidad es “un sitio muy particular” que está viviendo una importante transformación.
Es más, Punta del Este protagoniza durante la temporada estival las páginas de sociedad de los diarios y revistas de Argentina debido a sus famosos veraneantes, encabezados por los presentadores de televisión Marcelo Tinelli y Susana Giménez.
La prensa local publicó que Tinelli será el gran ausente en uno de los eventos más importantes de fin de año en la península, la fiesta de la chacra (casa de campo) de Noor, propiedad del saudí Laith Pharaon, que reúne a muchos personajes conocidos del país vecino.
Pharaon, que tuvo entre sus huéspedes a uno de los hijos del fallecido exdictador libio Muamar al Gadafi, ya ha hecho notar su presencia en Punta del Este con el helicóptero que emplea para sobrevolar su terreno y los alrededores, informaron medios locales.
Para los que no recibieron invitación al Noor, una de las citas tradicionales de la ciudad costera es la organizada en el Hotel Conrad que comienza a las 18.30 hora local (20.30 GMT) en el Ovo Beach con música de electrónica y acceso gratuito.
Tras este evento público, la oferta se diversifica en una serie de fiestas en las que la entrada a la opción más cara alcanza los 400 dólares y la más exclusiva es tan solo para clientes VIP del casino Enjoy Conrad e invitados especiales.
El Mantra es otro de los establecimientos hoteleros de la ciudad que planea recibir el Año Nuevo con una lujosa cena en torno a la piscina con Hawai como hilo conductor de la velada.
La modelo y empresaria argentina Valeria Mazza prepara, asimismo, otra de las reuniones clásicas de fin de año en el parador Selenza, donde propone fuegos artificiales y comida peruana para disfrutar de la última noche del año.
Ajena a la austeridad de la que hace bandera Uruguay y a las lluvias que amenazan con aguar el inicio de los festejos, Punta del Este calienta motores para que la elite latinoamericana despida con pompa y champán el año 2014.
