Ambos vehículos serán producidos en Estados Unidos en la planta de montaje de Michigan, donde en la actualidad se producen los modelos Focus y C-Max.
Ford ha decidido trasladar la producción del Focus a la planta que tiene en la localidad mexicana de Hermosillo.
La semana pasada, el consejero delegado de Ford, Mike Fields, anunció por sorpresa que cancelaba la construcción de una nueva planta de montaje en México, con una inversión de US$1 mil 600 millones, como “voto de confianza” en el presidente electo de EE. UU., Donald Trump.
Trump ha amenazado a Ford con sustanciales aranceles aduaneros si produce el Focus en México, pero aunque el fabricante mantendrá la producción del Focus en ese país, el anuncio de la cancelación de la inversión en el estado mexicano de San Luis Potosí parece que ha calmado a Trump.
Hoy, Trump volvió a felicitar en Twitter a Ford por su decisión.
Frente a esto, General Motors (GM) se ha negado a ceder a las presiones de Trump.
Este domingo, durante un acto previo al inicio del Salón del Automóvil de Detroit, la consejera delegada de GM, Mary Barra, declaró que la empresa no cambiaría sus planes de producción, que incluye el traslado de la fabricación del nuevo todocaminos SUV Chevrolet Terrain de Canadá a México.
