Esta transacción afecta a 32 parques eólicos terrestres en funcionamiento, que producen 321.4 megavatios, precisó Iberdrola en un comunicado.
Iberdrola conserva en Francia su actividad “offshore” y sus parques en proceso de desarrollo.
Debido a las dificultades que tiene en España, Iberdrola inició un reajuste de sus inversiones en los mercados considerados como más rentables, como Gran Bretaña y Brasil, para mantener un nivel estable de ingresos y reducir su deuda.