En Guatemala los recursos naturales recibieron US$488 millones, más que ningún otro sector.
Esas inversiones se han concentrado en tres grandes proyectos de minería: la mina de oro Marlin, de Montana Goldcorp; la mina El Escobal de
San Rafael, de Tahoe Resources; y la compañía rusa Solway Group está invirtiendo en una mina de níquel, aún en construcción. Sigue el sector eléctrico —con US$179 millones—, el bancario —US$172 millones— y el manufacturero —US$156 millones—.
La IED en Centro América alcanzó un máximo histórico de US$10 mil 691 millones, un 21% más que el año anterior. Panamá es el mayor receptor de la región, mientras que para Guatemala se considera “modesta”.
En la región
“En la última década, la inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe se ha multiplicado por cuatro”, señaló en un comunicado Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, que no obstante prevé un cambio de tendencia en la recepción de inversión productiva para 2014.
El crecimiento de las inversiones se ha sustentado en el aumento de la demanda interna y los altos precios de los productos primarios que exporta la región, según un informe presentado ayer en la sede de la Cepal en Santiago.
Sin embargo, en los dos últimos años, el precio de los metales ha caído, y la expansión económica se ha ralentizado, por lo que la Cepal “proyecta que en el 2014 las entradas de IED caerán levemente”.
Brasil sigue siendo el primer receptor de IED, con US$64 mil 46 millones en el 2013, seguido por México, con US$38 mil 286 millones.
Los flujos de inversión extranjera cayeron respecto del año anterior un 29% en Chile, un 25% en Argentina y un 17% en Perú. Europa como región se mantiene como el principal inversor en América Latina y el Caribe.
Estados Unidos es el mayor inversor individual, y China, pese a las dificultades para obtener estadísticas oficiales, se estima que ha invertido desde el 2010 unos US$10 mil millones al año en toda la región.