Estos datos eran muy esperados antes de la publicación el 14 de noviembre de la primera estimación del crecimiento del PIB alemán en el tercer trimestre.

La coyuntura había sido mala en el segundo trimestre (el PIB alemán cayó 0.2%) , y un nuevo retroceso supondría una “recesión técnica” –dos trimestres de contracción — para el país que supuestamente debe ser la locomotora de toda la zona euro.

Pero desde este viernes, ese negro escenario parece un poco menos probable. Los indicadores publicados “confirman nuestra opinión según la cual la economía alemana no se contrajo en el tercer trimestre” comentó Stefan Kipar, economista de BayernLB.

Esa opinión es compartida por la mayoría de sus colegas: Deutsche Bank, Unicredit o Berenberg Bank realizan el mismo análisis.

Pero incluso si Alemania escapa del oprobio de una “recesión técnica” , la economía atraviesa una “fase difícil” admite Christian Schulz de Berenberg.

La propia canciller Angela Merkel reconoció esta semana que los riesgos habían aumentado para la coyuntura alemana. La crisis en Ucrania y la degradación de las relaciones con Rusia afectan el ánimo de los empresarios, generando un círculo vicioso de temor ante la inversión en Alemania, lo que penaliza a la industria, y a su vez afecta aún más la moral empresarial.

Deutsche Bank, en un informe publicado esta semana, no excluye por tanto un nuevo retroceso del PIB alemán en el cuarto trimestre o a principios de 2015. También rebajó sus previsiones de crecimiento para 2015 (a 0,8%) , tal como ya lo había hecho la Comisión Europea.

– Sólidas exportaciones –

Sin embargo, pese al complicado entorno geopolítico, el sector exportador sigue siendo boyante. Las exportaciones brutas alemanas en septiembre sumaron 102,500 millones de euros, una suma inédita. Incluso las ventas alemanas hacia la zona euro –donde el crecimiento es prácticamente nulo — aumentaron 2.5% entre enero y septiembre

En este contexto, las huelgas que agitan o agitaron al país –pilotos de Lufthansa, maquinistas — obedecen más a conflictos específicos que a un malestar social generalizado.

El mercado de trabajo sigue siendo sólido y las perspectivas de ingresos de las familias son buenas. “La demanda interna es estable, y el consumo privado es un sólido apoyo para el crecimiento” , aseguró la canciller Merkel esta semana.

Además, su ministro de Finanzas acaba de hacer un gesto en favor del crecimiento que reclamaban todos los socios europeos de Alemania: Wolfgang Schuble anunció inversiones públicas suplementarias de 10.000 millones de euros de aquí a 2018.

Se trata de un proceso de largo plazo y “en ningún momento de un programa de apoyo a la coyuntura” , matizó sin embargo el portavoz del ministro.