Economía

La inflación también amenaza a los emprendedores, afirma decana de Economía de la UFM, y sugiere cómo enfrentarla

Los emprendedores se encuentran ante una encrucijada por los efectos que pueda tener la inflación, pues impacta directamente en su funcionamiento y muchos de ellos podrían cerrar.

Monica de Zelaya

Mónica de Zelaya, decana de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Francisco Marroquín (UFM). (Foto Prensa Libre: Juan Diego González)

Mónica de Zelaya, decana de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Francisco Marroquín (UFM), habló sobre los desafíos que enfrentan los emprendedores en el contexto del alza en los combustibles y la inflación.

“Un emprendedor se define como una persona que realmente tiene la capacidad de ver oportunidades y necesidades de los demás y las convierte en ideas de negocios que pueden ejecutar”, explicó la decana. Esta es parte de la conversación con Prensa Libre.

¿Cómo podemos analizar el emprendimiento en los últimos dos años?

La pandemia ha sido un momento retador, pero el emprendimiento siempre se mantiene encendido, a pesar de que se apagaron muchos elementos que estaban activos.  Los emprendedores se mantuvieron activos buscando oportunidades y a la luz de las necesidades, vieron oportunidades y salieron a resolver problemas.

Ellos tratan de encontrar una oportunidad para crear negocios, empleos, ganancias, y si a uno le va bien, es porque está sirviendo a las personas que atiende.

En el estudio de octubre del 2020, el informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM), se detectó que se cerraron más de 421 mil unidades económicas en formalidad e informalidad, pero lo curioso es que también hubo una gran apertura de actividades nuevas con más de 400 mil negocios nuevos.

¿Qué se observó y cuáles actividades están vigentes?

Desde servicios a domicilio, exámenes, vacunas, medicinas, mascarillas, compra de víveres, venta en línea, etc., y hubo un crecimiento entre 2020 y 2022. Vimos una incertidumbre en que hoy abrimos, mañana cerramos por regulaciones y los costos que eso representó, pero tuvimos la bendición de las remesas y por esos ingresos de los migrantes, no les fallaron a sus familias.

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¿Qué pasó en 2021 para los emprendedores?

Fue un poco raro, ya que hubo más actividad económica, pero también más cautela, pero se observó un continuo crecimiento en la producción. El emprendimiento no se desbordó tanto como en 2020, cuando vimos una actividad agresiva, pero en el 2021 se siguió esa aviada que había iniciado un año antes.

A los empresarios les preocupan temas como inseguridad y la razón es que un emprendedor es más visible que un ciudadano normal y es un sujeto más atractivo para asaltos, robos o extorsiones. Un emprendedor tiene tres veces más probabilidades de ser víctima, lo que eleva sus riesgos y sus costos de operación.

Por otro lado, la formalidad es costosa y muy compleja por lo que una de las recomendaciones es simplificar. El otro problema es que muchos tienen buenos productos, pero no cuentan con mercados grandes, y la mayoría de los emprendedores venden sus mercancías en mercados cercanos, conocidos, vecinos y la comunidad donde están. No están fácil conectarse a mercados mayores.

¿Cómo se puede visualizar el 2022?

Hay un reto muy importante: en 2020 fue la pandemia, era usar la capacidad emprendedora en su máxima expresión y el 2021 fue cómo interpretar los cambios en las tendencias y lo que vino de la emergencia era para quedarse en redes sociales, aparte del tema digital para los medios de pago.

Muchos migraron a nuevos modelos de negocios, productos y servicios, para que se quedaran y no solo por la emergencia.

La inflación será el reto muy importante para este año, sobre todo en temas de combustibles, alza a la tarifa de energía y esa inestabilidad está impactando. Además, con los problemas logísticos internacionales se incrementó el costo de los envíos hasta cinco veces.

Todo eso hay que combinarlo con la posible escasez de ciertos productos, como cereales, fertilizantes y muchas de las cosas que están pasando en otras partes del mundo en conflicto. Todo ese efecto va a pegar duro a los emprendedores.

¿Qué recomienda?

Cualquier negocio funciona con una estructura de precios y lo que el cliente está dispuesto a pagar.  Esa estructura de costo/gasto debe dejar un buen margen para poder llegar al consumidor final.

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Es difícil pronosticar una escasez de productos por lo del conflicto internacional, pero va a impactar en ciertas materias primas. Al subir los precios, habrá que tomar una decisión sobre cuánto puedo cobrarle al consumidor final y cómo negociar con proveedores.

Algunos se van por la vía fácil que es el cierre al no soportar, pero se debe pensar de manera creativa como se bajan los costos, proyectar inventarios y hacer mucha innovación. En la realidad que estamos se necesita una continua reconfiguración.

¿Por qué razón?

Porque el emprendimiento por definición es la capacidad de reinventarse de acuerdo con las capacidades. Si el entorno cambia por un shock, habrá más habilidad para poder reinventarse y el cambio debe contar para el emprendedor.

 

ESCRITO POR:

Urias Gamarro

Periodista especializado en macroeconomía, finanzas públicas e infraestructura, con 20 años de experiencia en medios radiales, impresos y digitales.