Economía

 La OCDE recorta su previsión de crecimiento mundial en 2015 y 2016

La OCDE recortó este miércoles sus previsiones de crecimiento mundial en 2015 y 2016 y alertó sobre el fuerte retroceso de la economía brasileña y sobre las incertidumbres en China.

La OCDE, un club de 34 países con economías en su mayor parte avanzadas, ya en junio había rebajado sus expectativas de crecimiento global,  debido a la debilidad de Estados Unidos.

Ahora volvió a recortarlas, con proyecciones de un aumento del PIB mundial de 3% en 2015 y 3.6% en 2016, frente a 3.1% y 3.8% en su informe anterior.

El informe de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico  (OCDE) se publica la víspera del anuncio de la Reserva Federal estadounidense  (Fed) sobre su tasa de referencia, esperada con ansiedad por los mercados. Según los analistas, un aumento de la tasa, que sería la primera en nueve años, podría impactar negativamente en la actividad económica mundial.

Brasil crecerá menos

El PIB de Brasil se contraerá un 2.8% en 2015 y un 0.7% en 2016, indica hoy la OCDE, en un informe que agrava la magnitud de la recesión respecto a sus previsiones de junio.

En junio, la previsión era de una contracción de 0.8% para este año y de un crecimiento de 1.5% para el próximo, pero Brasil, al igual que otras economías emergentes como Rusia, experimentan desde entonces “profundas recesiones combinadas con una inflación bastante alta” , apunta la OCDE.

La situación de estos países, grandes exportadores de materias primas, “podría tener alguna mejora en 2016, si los precios de las commodities no siguen cayendo” , advierte la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico  (OCDE) , un club de 34 países, en su mayoría desarrollados, con sede en París.

El propio Gobierno brasileño espera una contracción del PIB de 1.8% en 2015, según la última cifra actualizada el lunes. El mercado es menos optimista, pues prevé una caída del PIB de 2.55% y que la recesión se arrastre durante todo el 2016.

Brasil, séptima economía mundial, se sumió en la recesión en el segundo trimestre, al tiempo que sufre de una alta inflación  (de 9.56% a 12 meses) y enfrenta una grave crisis política, con la popularidad de la presidenta Dilma Rousseff por los suelos.

Para intentar capear la crisis, el gobierno brasileño anunció el lunes un nuevo plan de austeridad, que corre el riesgo de aumentar la irritación de la población contra la debilitada mandataria.

La calificadora Standard and Poors, que la semana pasada degradó la nota de la deuda brasileña a la categoría de bonos “basura” , anticipa por su lado que la contracción del PIB brasileño sea de 2.5% este año y de 0.5% en 2016, con el país retomando un “modesto crecimiento”  en 2017.

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