Los dirigentes de los tres países bálticos retirarán los primeros billetes europeos de un distribuidor y el cielo de Vilna se iluminará con fuegos artificiales para conmemorar la buena nueva.
Lituania, la última de las tres exrepúblicas soviéticas en adoptar la moneda única, tras Estonia (2011) y Letonia (2014), lo considera un “símbolo de mayor integración económica y política con Occidente”, dice la presidenta Dalia Grybauskaite.
“Esto marca simbólicamente la etapa final de nuestra integración en la Unión Europea y representa nuestra seguridad, no sólo económica sino política” , aseguró en una declaración divulgada por su oficina.
El acontecimiento coincide con el creciente papel de los jóvenes miembros de la UE: el exprimer ministro polaco Donald Tusk preside desde hace semanas el Consejo Europeo, mientras que Letonia asume el 1 de enero la presidencia semestral del bloque europeo.
Los países bálticos, que dejaron atrás en los años 90 medio siglo de ocupación soviética, se han adherido a la UE y a la OTAN en 2004.
Actualmente, observan con preocupación la política del gobierno ruso en Ucrania y la creciente actividad de las fuerzas armadas rusas cerca de sus fronteras.