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Más consumo y menos producción: estudio muestra la realidad del mercado energético en el país

Aunque del 2008 al 2022, las inversiones en el sector de electricidad han representado US$2 mil 700 millones, es necesario continuar impulsándolas para disminuir el déficit que existe entre el crecimiento de la demanda y el de generación de electricidad, refiere un estudio del Cabi.

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energía eléctrica 1 torres

Es necesaria más inversión en la generación de energía eléctrica porque se ha estancado en los últimos años. (Foto, Prensa Libre: Hemeroteca PL).

Hay estancamiento en la oferta de energía eléctrica en Guatemala, se advierte en el estudio Desafíos y oportunidades en el abastecimiento del sector eléctrico, efectuado por la firma Central American Business Intelligence (Cabi).

Aunque hay capacidad de generación instalada que supera la demanda y se ha diversificado la matriz de los recursos con que se genera la electricidad, se advierte que en la actualidad hay déficit de 1.9% entre el crecimiento de la demanda, que se registra en promedio de 3.4% anual, y el crecimiento de la generación de electricidad que se reporta en 1.5% anual explicaron los analistas de Cabi Paulo de León y Ricardo Rodríguez.

Expusieron, que es urgente crear condiciones adecuadas para atraer inversión en este sector con el fin de cambiar el déficit mencionado, “ya que el ritmo de crecimiento en la generación de la oferta no ha sido suficiente para asegurar el suministro de energía eléctrica en los próximos años”.

“Es un estancamiento importante, lo que se ha visto es que a pesar de las inversiones recientes de la última década de la última década para mejorar la oferta, la demanda ha crecido mucho más fuerte” dijo Rodríguez.

Agregó que en la actualidad se está “en un punto donde ya la oferta y la demanda están tan equiparadas, que pequeñas vulnerabilidades como menor nivel de lluvia, que deriva en que las hidroeléctricas tienen menor capacidad de generación, ya nos pone en una situación vulnerable”.

Esto ha significado también que no solo el país está exportando menos energía, sino que incluso empezó a importar más, y uno de los riesgos más inmediatos es que se deba comprar a precios más altos. Además a mediano plazo el país puede estar expuesto a vulnerabilidades, a no tener suficiente disponibilidad de energía o incluso tener desabastecimiento, señaló el analista.

Cabi, entre sus conclusiones, hace ver la importancia de iniciar de forma inmediata discusiones técnicas acerca del futuro del sector eléctrico en Guatemala y crear las condiciones adecuadas para fomentar mayores inversiones internas o extranjeras en el sector eléctrico nacional. Esto con el fin de ampliar la base de generación, manteniendo la diversificación en la matriz energética, y “que se regrese a otra ola de inversiones” como se experimentó del 2012 al 2015 en los cuales entraron entre US$400 millones y US$450 millones en inversiones.

“Es necesario ampliar la base de generación y poder atender esa demanda creciente que viene los siguientes 10 años”, y se debe mantener la diversificación en la matriz de generación de electricidad privilegiando fuentes renovables, sin embargo también se debe tomar en cuenta que estas no son garantizadas durante los 12 meses del año (por el clima), por lo que habrá momentos en los que se tiene que comprender que se requieren otro tipo de fuentes, como no renovables para garantizar la demanda, se añadió.

La falta de seguir ampliando la generación ya ha traído costos que se están viviendo como aumentos de precios y en el futuro puede verse desabastecimiento, indicó Rodríguez.

Por ejemplo, mencionó, en el precio spot de la energía que se ha mantenido entre US$20 y US$30 el megavatio, en mayo del 2022 se disparó hasta a US$150 por megavatio y eso es percibido principalmente por consumidores no regulados.

Crece demanda

El aumento de demanda se deriva principalmente por el consumo de la industria como los grandes usuarios, segmento en el que durante el plazo del 2000 al 2022 la demanda ha crecido 334%.

Además de crecimientos de demanda en las distribuidoras, en especial del interior del país, plazo en la que en la Distribuidora de Electricidad de Occidente, S. A. (Deocsa) creció 201% y en Distribuidora de Electricidad de Oriente S. A. (Deorsa), 164%, en tanto en la Empresa Eléctrica de Guatemala, S. A. (EEGSA), creció 39%, se refiere en el estudio basado en el índice de la evolución de la demanda por tipo de usuario (que arranca con base 100 en el año 2000).

Esos comportamientos reflejan la industrialización y la urbanización en el país, es decir aumenta el número de personas o familias que viven en áreas urbanas y otras áreas que se urbanizan, se explica, aspecto que observan positivo en el desarrollo del país. Sin embargo, la demanda de servicios, entre ellos electricidad seguirá creciendo porque el promedio de urbanización en Guatemala es de alrededor del 52%, pero tiene potencial de crecer ya que en 13 departamentos es menor a eso.

Además, la demanda máxima ha aumentado 20% pasando de 1,690 megavatios en el 2017 a 1,923 en el 2022, esto se deriva también de la industrialización con los cual se reduce los picos de demanda y está se refleja más constante durante el día.

Sin embargo, también observan que en el país cambió el balance entre exportación e importación de energía, ya que en años pasados se vendía más al exterior más, y en el 2022 el monto de importaciones superó al de exportaciones.

En el 2014 empezaron a aumentar las exportaciones y el país alcanzó un récord de hasta 2,500 Givagatios hora (GWh) en 2018, pero en los recientes tres años perdió dinamismo y se registran alrededor de 1,000 GWh exportados por año, lo que representa 60% menos que en 2018, se explica en el informe.

Se debe tomar en cuenta que el país enfrenta panorama potencial con el bono demográfico, el incremento de traslado de población a áreas urbanas y crecimiento de estas áreas, y crecimiento de la industria, incluyendo la tendencia del nearshoring, que generan demanda de vivienda y servicios, entre ellos energía.

“El fuerte crecimiento de la demanda (especialmente) industrial ha llevado a la necesidad hasta de importar energía eléctrica para garantizar la demanda. Importante generar incentivos para promover mayores inversiones en el sector” y atraer inversiones por distintas vías para mitigar riesgos por factores diversos como climáticos, riesgos y otros, , se añadió al mencionar los resultados del estudio.

En cifras:

  • A noviembre del 2023, según datos del Administrador del Mercado Mayorista (AMM) registra una capacitad instalada de generación efectiva de 3 mil 434.8 megavatios. La demanda máxima de potencia en este año fue de 1,970 megavatios el 9 de mayo.
  • Por aparte, el informe del Cabi, menciona datos como: El promedio de generación mensual es de 1 mil gigavatios en el plazo del 2017 al 2023
  • En tanto el promedio la generación de energía eléctrica ha crecido 1.3% anual
  • Se ha llevado a cabo transición hacia la energía renovable, sin embargo se debe seguir impulsando.
  • En el 2001 la generación con recursos hídricos fue de 38.9%, geotérmica 3.3%, biomasa 9.2%
  • Mientras que en el 2022, la generación con hidroeléctricas llegó a 51.4%, con biomasa a 12%, el geotérmico quedó en 2.1%, la solar e 1.6% y la eólica en 2.3%. También un 0.1% de gas natural.
  • Los no renovables, en carbón pasaron de 14-6% en el 2001, a 10,1% de la generación en el 2022; el búnker de representar el 31.3% de la generación pasó a ser 1.4% en ese plazo, el diésel de 1.9% a 0%. Hugo una transición de abandonar los combustibles fósiles, pero en los últimos años, del 2019 al 2023 se han requerido de nuevo, en algunos casos debido al bajo nivel de lluvia que afectó a hidroeléctricas.
  • Se tuvo un récord de importación de energía eléctrica en el 2022 pasando de alrededor de 50 gigavatios hora en el 2001 a 1,480 en el 2022, principalmente con importaciones de México y El Salvador.